CAH evalúa cerrar el año con más de G. 435.000 millones en créditos concedidos

De acuerdo con el titular del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), César Cerini, estiman entregar este año más de G. 435.000 millones en créditos, recursos que beneficiarán de manera directa a 95.000 familias y de manera indirecta a 400.000 personas.

La inclusión financiera de productores y micro emprendedores rurales al sistema financiero formal constituye el principal logro institucional, lo que se evidencia en el aumento registrado año tras año en los montos de préstamos otorgados. Es así que durante, los últimos 4 años de gestión, se registra un crecimiento acumulado de 37 %, explicó Cerini.

Agregó que están trabajando con las autoridades departamentales y municipales para facilitar el acceso financiero a más compatriotas, dedicados a rubros productivos de los segmentos agrícolas, pecuarios, artesanías, turismo rural, egresados de escuelas agrícolas y universidades, personas con capacidades diferentes, entre otros.

“ Hemos cerrado, con una importante base en colocación y lo importante es el nivel de morosidad mostrado a lo largo de más de cuatro años que hemos implementado un nuevo modelo de trabajo, el cual está mostrando el índice de morosidad que está por debajo del 1,84 % ”, dijo Cerini.

Resaltó que los clientes de la institución están cumpliendo con la devolución de los créditos a pesar de toda la difícil situación después de la pandemia y esto está permitiendo que podamos nosotros seguir colocando más dinero y abriendo más centros de atención al cliente, indicó.

“Tenemos oficinas en 80 localidades y con el fin de brindar una excelente atención a los clientes y un ambiente de trabajo óptimo para los funcionarios, la institución ha venido impulsando durante los últimos años el proceso de mejorar las instalaciones edilicias de las oficinas.

Anunció que el ente crediticio está abriendo más oficinas de atención al cliente en diferentes partes del país, para estar más cerca del pequeño productor. “Las municipalidades nos están apoyando, nos están cediendo predio para la construcción de nuestro local propio. Con ellos estamos atendiendo con mayor eficiencia y rapidez para el otorgamiento de los créditos”, apuntó.

“En Loma Plata luego de 42 años tenemos finalizado la construcción de nuestro moderno local propio, terreno cedido por la Cooperativa Chortitzer. El 40 % de los proyectos financiados corresponden a mujeres, buscamos la igualdad de género y empoderamiento económico de la mujer, ellas tienen menor índice de mora y siempre cumplen”, subrayó finalmente.

 

Fuente: CAH.

Producción de carbón de madera reforestada nace como alternativa sustentable

La producción de carbón vegetal no asociada a la utilización de maderas nativas, sino basada en el uso de maderas exclusivamente reforestadas es una opción sustentable que surge en el territorio de la Reserva de Biósfera ITAIPU, específicamente en el municipio de San Alberto, Alto Paraná, de la mano del Grupo Santo Tomás.

Mediante la utilización de eucalipto reforestado, la empresa obtiene la totalidad de su producción de carbón, además del humo líquido o ácido piroleñoso, un subproducto natural efectivo para el control de plagas y enfermedades en diferentes cultivos, que se utiliza en la agricultura orgánica y tradicional. Grupo Santo Tomás también produce leña para secaderos, maderas tratadas, compostaje y recientemente comenzó a insertarse en la actividad ganadera.

“Estamos cambiando el foco del carbón que se produce con bosques nativos. Estamos produciendo 100% con madera de eucalipto reforestado, que tiene una buena aceptación en el mercado”, expresó Lucas Osvaldo, propietario de la empresa.

Para sustentar su producción, la firma cuenta con 75 hectáreas de eucalipto, además de comprar de productores externos que también se dedican a la reforestación.

El empresario solicitó a la ciudadanía optar por productos ambientalmente responsables a la hora de elegir el carbón. “Con un producto sustentable también se puede lograr calidad, y principalmente sin destruir los bosques, sino aprovechando los espacios ya existentes para sacar buenos productos”, reflexionó.

La Reserva de Biósfera ITAIPU, reconocida por la UNESCO en el año 2017, abarca más de un millón de hectáreas de 16 municipios de Alto Paraná y Canindeyú, en la cuenca hidrográfica del embalse de la hidroeléctrica paraguayo-brasileña. Su principal valor ambiental es la protección de los últimos remanentes del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA).

Con la certificación se logra mayor eficiencia del sistema de producción agropecuario

Es cierto que con un programa de certificación se perciben mejores precios en el mercado, pero no siempre tiene que ver con el costo final, sino con un ahorro en gestión, permitiendo una mayor eficiencia en el sistema de producción. Igualmente ayuda al productor a comprender el funcionamiento de su negocio, afirmó el Ing. Víctor Medina, directivo de la multinacional Control Union en Paraguay, durante la disertación “Certificación de nuestra producción: Beneficios reales”.

El ciclo de charlas enfocado en “Ganadería Regenerativa” fue organizado por Pastoreo Racional, el viernes 12 de agosto, en la Asociación Rural del Paraguay (ARP) Regional General Bruguez (Mariano Roque Alonso).

Medina explicó que existen varios esquemas de certificación y en distintos sectores. Las exigencias están en todas las cadenas, es decir, desde la producción hasta el consumidor final. Actualmente los estándares más solicitados a nivel mundial están relacionados con lo social, ambiental y económico.

Con la certificación las compañías buscan mejorar su reputación, el ingreso a más mercados y construir el valor de la marca. “A nuestros commodities debemos darles un valor agregado que surge a partir de la certificación, pues demuestra que la producción cumple con los requisitos solicitados”, explicó.

Los beneficios de una certificación tienen que ver con una mejora en los sistemas de registro y gestión de la información, generando un mayor control de los aspectos comerciales y técnicos de la operación. Igualmente facilita la capacidad del personal brindando seguridad a los procesos, logra una verificación y registro de las emisiones de gases efecto invernadero (huella de carbono) de cada operación, realizando una optimización de los procesos.

También disminuye el impacto ambiental de la explotación por la disminución en el uso de productos con un mayor grado de toxicidad e incrementa el nivel de confianza por parte de clientes, colaboradores e interesados.

Algunas de las dificultades para acceder a una certificación son: adecuación de instalaciones, maquinarias, de registros, cálculos en caso de ser requeridos (emisiones, intensidad de uso del suelo, etc.) y disponibilidad de auditores calificados. “A pesar de todo, son circunstancias que tienen soluciones. Es cuestión de tener la iniciativa y hacer algo distinto”, aseveró Medina.

El representante de Control Union reveló los pasos para acceder a un programa, en primer lugar, se contacta con la certificadora y se analiza sobre qué esquema se busca acceder. El tiempo lo define el grado de desarrollo e implementación con que cuenta el interesado. Se programa una auditoria y a partir de ahí generalmente la revisión y demás pueden durar entre 20 a 60 días, dependiendo del certificado. Aclaró que tanto el esquema como los productores están obligados a acceder a una auditoría externa.

Ganadería regenerativa. Es un método ya instalado en el país dentro de los ciclos productivos porque analiza la biodiversidad, aprovechando al máximo la relación entre los seres vivos involucrados en la producción. Con un esquema de certificación donde los productores podrán tener un panorama más claro sobre su negocio, pues examina el rendimiento y la eficacia.

 

 

 

Ganadería: Cómo alcanzar una producción más eficiente

Para que los ganaderos logren buenos rindes lo más importante es evaluar lo que se está produciendo, además de conocer qué tan eficiente es, sostiene la Dra. Leticia Yanzon, asesor técnico de Capacidad Carnicera (Argentina).

“Nosotros tenemos una explotación ganadera y hacemos ciclo completo; cría, recría y engorde, posteriormente mandamos los animales a faena. Hace 4 años aproximadamente pusimos una carnicería. Yo me capacité para poder evaluar las carcasas. Después de la salida de los animales al campo fuimos más allá y empezamos a hacer los rendimientos en la carnicería”, explica la profesional.

Realizó un trabajo de investigación, que sigue hasta el día de hoy, donde evalúa los animales previo a la faena, dando continuidad hasta el frigorífico para no perder la trazabilidad del animal. “Estos son despostados para ver cuánto nos produjo de carne en kilos neto en ventas al consumidor”, indica Yanzon.

Explica que “de acá evaluamos la conformación del animal como el engrasamiento que es muy importante, dado que a veces se derrocha bastante en las carnicerías por la cantidad de grasa, representando una pérdida para toda la cadena porque terminan pagando todos”.

En el caso de Argentina, una vez que los animales van a faena, en cada planta frigorífica hay un tipificador que se encarga de clasificar con base en la calidad y engrasamiento. “Nuestra idea es que el productor conozca un poco más sobre lo que va a enviar, antes de remitir a la faena, es decir, que sepa los lineamientos que debe seguir; también qué animales le conviene producir porque el frigorífico sí sabe, de acuerdo a la conformación, que son animales que van a dejar más kilos”, menciona.

Generalmente en los remates se pagan más por estos animales, ya que saben que al momento de la faena reciben mejores bonificaciones por más kilos. “El productor si conoce esto puede comenzar a exigir un poco más de valor por ese novillo”, reconoce Yanzon.

En cuanto a la genética, destaca su experiencia, en la cual comparó distintos Limangus entre sí, pero también con otras razas británicas, buscando las realidades de cada conformación.

“Con el Área Ojo de Bife (AOB) podemos evaluar cuánto quedará de ese animal sobre el mostrador a la hora de la venta. Hemos visto que a mayor AOB hay un 7% de diferencia entre un animal con un AOB de 80 y 70 centímetros cuadrados e iguales engrasamientos y peso vivo”, dijo.

Aconseja que al momento de la elección de los animales se debe prestar mayor atención a la conformación, engrasamiento y eficiencia, “debemos traerlo a nuestro sistema productivo y adaptarlo. Yo sugiero buscar cruzamientos con Limangus porque es un animal bastante carnicero”.

Indica que también se debe tener en cuenta lo que está pasando en el mercado internacional de la carne. Por ejemplo, China es un consumidor casi imposible de satisfacer, ya que su demanda es inmensa. “Ellos buscan mucha carne magra y es lo que nosotros estamos dispuestos a producir y podemos producirla fácilmente. La idea es hacer una genética realmente eficiente. Sudamérica tiene que ir en pro de esto”, reconoce.

Explica que, de acuerdo a la eficiencia de los animales, aquel que pesa 440 kilos va a producir dos medias de 135 a 140 kilos; y no es igual un animal del mismo kilaje que producirá dos medias de 120 kilos, pues son más kilos producidos por unidad faenada, “lo que hace más rentable el negocio, menos uso de agua por parte del frigorífico y menos costo de traslado, o sea, toda la cadena se vuelve más eficiente y eso también es interesante desde el punto de vista ecológico”, asevera.

Por último, recomienda a los productores ir a la faena y conocer lo que pasa en la planta, “ver lo que pasa con lo que estamos produciendo es una manera de visualizar dónde estamos parados”, finaliza Yanzon.