La digitalización del entorno agropecuario puede reducir los costos de transacción y atenuar los problemas de acceso a la información y a servicios de extensión agropecuaria, resalta el informe “Conectados. Tecnología para la inclusión y el crecimiento”, del Banco Mundial.
El informe recordó que, para universalizar el acceso y el uso de la banda ancha, especialmente en zonas periurbanas y rurales donde los proveedores de servicios privados tienen menos interés en invertir, es necesario fortalecer una combinación de soluciones tecnológicas nuevas y mecanismos institucionales innovadores, junto a un fuerte compromiso político y financiero.
El aprovechamiento de estas nuevas tecnologías requiere de infraestructura básica de cables troncales más conectividad inalámbrica, así como de condiciones regulatorias apropiadas. No obstante – suscribe el informe-, es imperativo enfatizar que la infraestructura para las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) no puede sustituir el contenido. Más allá de su impacto sobre la productividad agropecuaria, varios estudios señalan que el acceso a tecnologías digitales puede incrementar la diversificación económica en áreas rurales, generando oportunidades de empleo fuera de las labores agropecuarias tradicionales, y que esto podría beneficiar de forma particular a las mujeres que viven en áreas rurales.
Nuevos programas de agricultura de precisión y agricultura inteligente con el clima están siendo desarrollados en Argentina y Brasil, que tienen el potencial no solo de adaptarse a las condiciones variables que surgen del cambio climático, sino también de mitigar las emisiones optimizando el uso de fertilizantes a base de combustibles fósiles.
El uso de sensores y herramientas digitales facilita las técnicas eficientes y el ahorro de agua, que se volverán mucho más importantes, dado que el cambio climático está afectando seriamente los ciclos hidrológicos de la región.
Algunos de los desafíos principales que enfrentan los servicios de asesoría agropecuaria incluyen mejorar los vínculos entre la extensión, la investigación y las otras fuentes de generación de conocimiento, responder a la variedad de necesidades de los productores y asegurar la sostenibilidad fiscal de los programas.
El Banco Mundial recomienda fomentar los sistemas pluralistas que involucren a los actores de los sectores público y privado para abordar el problema de acceso a información, a los servicios de extensión dirigidos por empresas privadas y ONG que a menudo necesitan subsidios y apoyo técnico. Las organizaciones de productores también pueden formar parte de los servicios de asesoría para el cofinanciamiento, por ejemplo, mediante tasas a las materias primas. A medida que las cadenas de valor del mercado responden a la creciente complejidad de la demanda de productos alimenticios seguros, convenientes y diversos, se genera la necesidad de nuevos tipos de servicios de asesoría. Los productores de varios grupos, incluyendo los pequeños productores y las productoras, necesitarán información actualizada y accesible.
En un sistema innovador eficiente, la información y el entendimiento deben fluir correctamente entre investigadores, proveedores de extensión y productores. Se debe prestar especial atención a conservar los fuertes vínculos y la coordinación entre estos grupos.