El Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), cerró un año de grandes avances, entre los que está la principal función institucional que es la promoción y el uso adecuado de los productos derivados de la biotecnología agrícola. Por otra parte, el INBIO reforzó su apuesta a la investigación agrícola nacional y habilitó su campo experimental, desde donde se prevé hacer desarrollo de materiales de soja, maíz, trigo, entre otros.
El INBIO realizó durante el 2023 una serie de actividades, entre las que se encuentran días de campo, congresos, charlas en escuelas agrícolas y universidades, impulsando el desarrollo de la biotecnología agrícola en nuestro país y sobre todo, aterrizando a todos la comprensión de cómo funcionan las diferentes tecnologías que están en el mercado y cómo se deben usar dentro del sistema de producción sustentable.
En cuanto a su rol como productor de semillas, se resalta la exportación que se realizó a Bolivia de semillas de dos variedades SOJAPAR, que están registradas en ese país. Recordando que las mismas son producto de la alianza que se tiene con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA). Otro de los logros del año en este ámbito es el registro de la nueva variedad SOJAPAR R82, un nuevo material que ya se encuentra habilitada comercialmente en Paraguay y Bolivia con características agronómicas muy ventajosas para el productor.
En cuanto al Programa de Mejoramiento en Soja, el mismo se va consolidando con la adquisición de un terreno propio en Encarnación, departamento de Itapúa, donde el INBIO instaló su Parque Tecnológico INBIOTEC, donde se está trabajando en la introgreción del gen HB4, el apilamiento de genes de resistencia a roya, rendimiento, sanidad y generación de líneas convencionales. Este trabajo ya se venía avanzando en Colonia Yguazú, desde hace un par de años, por lo que en breve se podría tener novedades para los productores.
En esta campaña se inició los primeros ensayos de Valor de Cultivo y Uso (VCU) con fines de registro y protección de las líneas desarrolladas. Las características de las mismas incluye HB4 y con tres genes de resistencia a roya, convencionales y RR1, entre otros. El objetivo es iniciar los procesos de registros en el SENAVE de algunas de las líneas evaluadas a más tardar en dos campañas.
Es importante resaltar que para ir consolidándose como institución que hace investigación, se firmó acuerdos de transferencia de la tecnología HB4 para trigo y soja con Bioceres de Argentina, y otro acuerdo con la empresa CADEC para licenciar híbridos de maíz desarrollados por ellos. Por otra parte, también se firmó convenio con la Universidad Nacional de Itapúa, de modo a involucrar a los jóvenes en el Programa de Investigación y así inspirar a la creación de más profesionales en ese ámbito del sector.
En cuanto al Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología (PASB), se está trabajando con productores de la agricultura familiar, a través de los cuales llegamos a comunidades de productores con conocimiento sobre cultivos biotecnológicos, manejo de suelo, manejo integrado de plagas, uso adecuado de productos fitosanitarios. Este programa también es implementado en cinco escuelas del Sistema MAG. La presencia del INBIO en estas comunidades y estas instituciones hace que toda la comunidad circundante pueda acceder a informaciones valiosas para la construcción de un sistema productivo sustentable y con el manejo adecuado.
En el 2024, el INBIO cumple 18 años de vida institucional y creemos que todavía hay mucho camino por recorrer para seguir aportando al desarrollo del sector agrícola de Paraguay y la región.
Fuente: Inbio.