Con el objetivo de fortalecer su competitividad y sustentabilidad, investigadores del INTA y el INTI realizaron un estudio con datos científicos que permitieron certificar la producción de un kilo vivo bovino en un campo ganadero de Entre Ríos.
Este logro es fruto de un trabajo de investigación junto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), mediante el sistema de certificación Declaraciones Ambientales de Producto (EPD, por su sigla en inglés). Se trata de un documento verificado y registrado por terceras partes independientes que comunica de manera voluntaria información objetiva y comparable sobre el impacto ambiental de un producto o servicio durante su ciclo de vida, con el método Análisis de Ciclo de Vida, de conformidad con la norma de Ecoetiquetado ISO 14025.
Según el especialista en análisis de huellas ambientales del INTA Manfredi, Rodolfo Bongiovanni, “se certificó la producción de animales en el campo, la etapa primaria que se llama upstream. Es decir, desde que se generan todos los productos para producir, todos los insumos, todos los factores de la producción, hasta que se logra un kilo de peso vivo en la tranquera del campo”.
Este eco-etiquetado, dijo que considera 10 impactos ambientales dentro de los que se destaca la huella de carbono, que es el más conocido, pero no es el único, y dentro de esta, el animal peso vivo tiene una huella asociada al propio animal, principalmente la fermentación entérica, de unos 12 kilos de dióxido de carbono equivalente por cada kilo vivo.
Cuando se tiene en cuenta el sistema de producción, la remoción de carbono o secuestro de carbono que hay en un manejo silvopastoril, con pasturas perennes, se llega a una reducción de la huella de carbono, a una compensación, y en el balance queda un valor final de 1,77 negativo, es decir, una remoción de 1,77 kilos de dióxido de carbono equivalente por cada kilo de peso vivo.
Estos datos científicos son muy valiosos y permiten demostrar que la producción ganadera en un sistema silvopastoril mejorado tiene una huella favorable sobre el ambiente porque secuestra carbono.
Fuente: Contexto Ganadero.