A la segunda quincena de septiembre la soja registró el valor más bajo del año, llegando a los 437 USD/ton. El comportamiento del maíz fue similar, sin embargo, el mayor descenso se había registrado al inicio de julio, cuando el precio llegó a 187 USD/ton.
Para la tercera semana de septiembre, la recuperación del precio cerró en 193 USD/ton. La atención está centrada en Estados Unidos, tanto a nivel macroeconómico como productivo. Las decisiones
que tomará la banca central (Sistema de la Reserva Federal) en los próximos días respecto a la tasa de interés serán fundamentales, ya que una nueva suba podría afectar a los precios de mercados futuros para abajo. Sin embargo, en caso de que se confirme una merma en los próximos meses, los precios podrían equilibrarse y volver a subir.
En cuanto a la producción estadounidense, la cosecha en el medio oeste sigue cobrando impulso y revela una diversidad de resultados en toda la región. Los mejores resultados se observan en el este, mientras que en la región oeste se registran resultados más desalentadores.
En este sentido, es importante tener en cuenta que los resultados iniciales de la cosecha pueden resultar engañosos en lo que respecta a la colecta en su totalidad. Por lo tanto, aunque exista una inclinación de que los rendimientos de maíz y soja del USDA disminuirán en el futuro, será prudente esperar hasta que se haya cosecha[1]do el 20 % o 30 % de los cultivos, y observar a partir de allí las reacciones del mercado.
