Chicle de proteína de lechuga transgénica podría reducir la propagación de Covid-19

Un tipo de chicle mezclado con una proteína que es una puerta de entrada para las infecciones con el nuevo coronavirus, o SARS-CoV-2, podría servir como una forma económica de ayudar a prevenir su propagación, sugiere un estudio reciente realizado en Pensilvania.

La proteína de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que está presente en la superficie de muchas células humanas, se puede mezclar con la goma de mascar. Transportado a la boca por la encía, ACE2 puede atrapar el virus uniéndose a su proteína espícula (spike), que en condiciones normales le ayuda a infectar las células.

Además, la proteína en la encía puede unirse a los receptores de la superficie celular, bloqueando así los sitios donde el virus normalmente nos infecta. La combinación evita de forma eficaz que el patógeno infecte las células de la cavidad oral, según informan los investigadores. La nariz y la garganta son los lugares donde el coronavirus suele infectar por primera vez a las células humanas. Pero la boca es uno de los mayores reservorios de SARS-CoV-2 en una persona infectada, según un artículo de marzo de 2021 en Nature Medicine.

Ahora, el estudio más reciente sostiene que la inactivación del virus en la saliva y las membranas mucosas de la boca también podría ayudar a reducir la infección en el área nasofaríngea contigua. Si investigaciones adicionales confirman los hallazgos, la goma de mascar podría unirse a las máscaras faciales y al desinfectante de manos en el arsenal para frenar la propagación del virus. Para estudiar esta estrategia, un equipo dirigido por el investigador farmacéutico de la Universidad de Pensilvania, Henry Daniell, modificó genéticamente plantas de lechuga para hacerlas producir una forma soluble de la proteína ACE2.

A continuación, se mezcló una forma de lechuga en polvo (liofilizada) con chicle con sabor a canela dulce. Los investigadores probaron la eficacia de la goma de mascar en células de hámster modificadas para producir receptores ACE2 humanos.

En las células de hámster, una cantidad relativamente pequeña de la proteína se asoció con una reducción del 95% de la cantidad de un virus sustituto que ingresa a las células (el llamado pseudovirus tenía una proteína de punta que coincidía con la que tachona la superficie del SARS- CoV-2), informan los investigadores. La cantidad del virus dentro de las células de mono sin modificar también se redujo en un 85 por ciento cuando se usó el mismo virus sustituto. Y agregar el chicle a hisopos de fluido nasal y de garganta en tres personas infectadas con SARS-CoV-2 se asoció con una reducción del 95 por ciento en la cantidad del pseudovirus activo.

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