El programa Delta Rural de Brasil, conducido por Silvinho Oliveira, contó con la participación de Edith Orzusa, directora de Poder Agropecuario, como moderadora en el debate «La carne del Mercosur y el mercado libre». Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la Federación Rural de Uruguay y vicepresidente de la FARM, y Carlos Lowenstein, médico veterinario de Argentina, dieron su visión sobre las recientes declaraciones de Alexandre Bompard, CEO del grupo Carrefour, acerca de la calidad de la carne del Mercosur.
La empresa francesa Carrefour anunció, mediante un comunicado, su decisión de suspender la compra de carne proveniente del Mercosur. En Paraguay, el sector cárnico se manifestó en contra de esta medida, argumentando que carece de fundamentos técnicos y sosteniendo que responde a una política proteccionista.
“Es importante recordar que, desde el punto de vista comercial, cada empresa puede decidir con quién hacer negocios. La comunicación parece, en parte, una defensa de su posición frente a los productores franceses, quienes están atravesando un desafío importante en lo que respecta a la producción de carne en Francia”, indicó Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la Federación Rural de Uruguay y vicepresidente de la FARM.
Y agregó: «Francia, como principal productor de alimentos de Europa y, en particular, de carne, enfrenta una disminución tanto en el consumo como en la productividad del sector cárnico. Este panorama ha influido en la forma en que se gestionó la comunicación, generando un relato que refuerza una narrativa europea sobre las condiciones de producción diferenciadas entre Europa y nuestra región».
A pesar de que Carrefour comunicó su postura, esta ha generado confusión, pues la cadena de supermercados, tras sus declaraciones iniciales, ha tenido que retractarse, incluso enviando una comunicación a las autoridades brasileñas. Sin embargo, este mensaje interno no ha sido suficiente para aclarar la situación públicamente. La falta de una evaluación profunda de las consecuencias de estos comentarios está afectando tanto a la percepción del público como a las relaciones comerciales, añadió el productor uruguayo.
El reto radica en que muchos de estos actores, como Carrefour, tienen un impacto mucho mayor en la sociedad, ya que sus declaraciones son escuchadas por un público más amplio, mientras que las voces del sector cárnico del Mercosur a menudo no llegan al gran público. “Este tipo de narrativas distorsionadas sobre la producción de carne del Mercosur no solo son incorrectas, sino que omiten la realidad de la alta calidad y trazabilidad de nuestra carne, que es, de hecho, muy apreciada en mercados como el francés, donde la carne que consumen los restaurantes proviene de importaciones, muchas veces del Mercosur”, lamentó el vicepresidente de la FARM.
Aunque el impacto de las acciones de Carrefour a nivel comercial puede parecer limitado, sus efectos en la percepción pública de la producción cárnica del Mercosur son importantes. Europa, como referente para muchos compradores internacionales, distorsiona la imagen de lo que realmente representa la producción de carne en nuestra región.
Desde el punto de vista económico, Rodríguez dijo que el sector ganadero de Uruguay atraviesa uno de sus mejores momentos. A pesar de algunos desafíos con cultivos como el arroz, la ganadería se beneficia de precios altos en el mercado. “La abundancia de pasto esta primavera ha reducido los costos de forraje y beneficia la producción, además de reducir la necesidad de granos costosos”, aseguró.
Sobre el mercado de la lana, el directivo dijo que los precios internacionales han caído, particularmente en las lanas medias. Esto ha llevado a muchos productores a orientar sus sistemas hacia la carne por la rentabilidad actual. El desafío será encontrar un equilibrio en el mercado de lana que permita a los productores mantener la viabilidad económica.
Las condiciones climáticas actuales, con una primavera excepcional, ofrecen buenas perspectivas para la ganadería uruguaya, “aunque algunos sectores más complejos, como los cultivos, enfrentan dificultades, pero lo importante es aprovechar las condiciones favorables para consolidar la recuperación del sector ganadero”, remarcó presidente de la Federación Rural de Uruguay y vicepresidente FARM.
Por su parte, Carlos Lowenstein, médico veterinario de Argentina, indicó que esta situación puede representar una oportunidad para el sector ganadero de Uruguay, Argentina, Paraguay y Brasil, para posicionarse en el tipo de productos que se elaboran y ofrecen al mundo. “Qué sucedería si, por ejemplo, mañana Argentina o Paraguay decidieran dejar de consumir los productos de esta cadena de supermercados y optaran por comprar en otro. Sería interesante ver quién sufriría más las consecuencias de esta decisión. Creo que lo que está sucediendo es valioso como punto de partida, un aprendizaje”.
El productor manifestó que es crucial dar visibilidad a esta situación, no solo para los productores, sino también para el resto de la cadena productiva, ya que las consecuencias no solo afectan a los productores, sino también a la industria y a los trabajadores que dependen de ella.
“Hoy puede ser este supermercado, pero mañana puede ser otro. El mundo está cambiando rápidamente. El desafío es trabajar de manera colaborativa dentro de nuestras comunidades, tanto a nivel nacional como en el Mercosur y más allá”, añadió Lowenstein.
Aseguró que Argentina viene de un invierno bastante seco, con escasas lluvias, pero que igualmente la situación está mejorando y esto se refleja en el estado de los campos, en el ánimo de los productores y en el sector en general.
“Ahora podemos mirar con más optimismo hacia finales de 2024 y 2025. En este sentido, vemos una firmeza, especialmente en las categorías de animales que poblarán los campos, como las vaquillonas, vacas y reproductores. Lo que estamos viviendo en Argentina es un proceso de sinceramiento de los precios, particularmente en relación con los cortes para consumo. Creo que estamos avanzando hacia un ajuste de precios, y paulatinamente otras carnes, como la aviar o la porcina, están viendo un incremento en su consumo en comparación con la carne bovina. Esto podría ser una oportunidad para Argentina, ya que el aumento de la oferta exportable de proteína bovina podría posicionarnos mejor a nivel global”, aseguró.
Lowenstein dijo además que es crucial comunicar que la carne bovina, el producto que nosotros producimos, es inocua y saludable. El desafío del sector también es adaptarse a las expectativas de los jóvenes, responder a sus preguntas sobre cómo se produce la carne, qué comen los animales, de dónde vienen y el impacto ambiental de la ganadería. “No somos conscientes de la importancia de estos temas. Creo que son aspectos a tener en cuenta para trabajar a nivel nacional, en Argentina”, remarcó.
En tanto que, por el lado de Paraguay, Edith Orzusa, directora de Poder Agropecuario, destacó que la producción ganadera ha enfrentado dificultades debido a la sequía, aunque esto es algo habitual, y los productores ya se han ido acostumbrando a superar estos desafíos utilizando tecnologías. Sin embargo, la verdadera presión para los productores ganaderos radica en el precio de la carne, un valor cuyo determinante sigue siendo incierto. Esto genera gran preocupación entre los ganaderos, quienes se enfrentan a este problema y participan activamente en debates con el fin de encontrar una solución.
En la actualidad, en Paraguay los frigoríficos son los encargados de establecer el precio final de la carne. No obstante, se están llevando a cabo esfuerzos de unión entre las asociaciones de productores para lograr una definición clara del costo final de la carne en el país. Así, el principal desafío sigue siendo la incertidumbre en torno al precio de la carne, que afecta de manera significativa al sector ganadero.