Ante la Comisión de Legislación del Senado, Martín Burt, director ejecutivo de la Fundación Paraguaya, expresó su rechazo al proyecto de ley que propone establecer un nuevo sistema de control de ONGs.
“Se está gestando una ley en el Congreso Nacional que, bajo la apariencia de buscar la transparencia de las organizaciones civiles, en realidad pretende revivir el estronismo, fomentar la persecución política y seleccionar enemigos del gobierno para obstaculizar su labor”, lamentó Burt.
Indicó que en una sociedad civil es crucial la diversidad de opiniones; “no todos podemos pensar igual. Hay quienes apoyan la defensa del medioambiente y otros que no, así como quienes defienden los derechos de los indígenas y quienes no están de acuerdo. Paraguay debe albergar todas las ideas y aprender a convivir con ellas”, remarcó.
El gobierno no puede aprobar una ley que, bajo la excusa de buscar transparencia, imponga una carga excesiva sobre la sociedad civil, añadió Burt. “Estamos hablando de comisiones vecinales, juntas de saneamiento que producen agua, asociaciones culturales, entre otros. Esta ley sería de imposible cumplimiento. En Paraguay ya existe suficiente informalidad como para agregar otra capa burocrática. Simplemente, no se podrá cumplir”, dijo.
Algunas organizaciones, como la Fundación Paraguaya, tienen la capacidad de presentar todos los informes necesarios a las instituciones gubernamentales, “pero la gran mayoría, el 99 % de las asociaciones civiles sin fines de lucro, no podrán cumplir con estas exigencias”, indicó.
Finalmente, Brut aclaró que la Fundación Paraguaya no recibe fondos del estado.
