Los países sudamericanos atraviesan su mejor situación histórica en materia de control de la fiebre aftosa, pero los riesgos persisten, principalmente debido a los contextos cambiantes afectados por el cambio climático, la superposición de hábitats y la interconexión global. Por ello, es imprescindible promover acciones colectivas para consolidar medidas preventivas eficaces.
Así lo afirmaron expertos internacionales durante un debate con representantes de los sectores público y privado de varios países de la región, en la conferencia «Control sostenible de la fiebre aftosa en un entorno cambiante», organizada en Buenos Aires por el TAFS Fórum.
El evento revisó el estado actual y las perspectivas futuras de la situación epidemiológica de la fiebre aftosa en la región, abordando los desafíos y las oportunidades. También se destacaron las graves consecuencias que podría tener un brote de la enfermedad y se hizo hincapié en la necesidad de que las diversas partes interesadas colaboren para evaluar, gestionar y comunicar adecuadamente los riesgos.
La fiebre aftosa sigue siendo una de las enfermedades transfronterizas más importantes y supone una amenaza para la seguridad alimentaria mundial y la economía de algunos países. Sudamérica cuenta con un largo historial de esfuerzos para controlar y erradicar eficazmente esta enfermedad, lo que ha permitido que once de sus doce países hayan alcanzado el estatus de libres de fiebre aftosa.
TAFS Fórum es una organización internacional sin ánimo de lucro con sede en Suiza y una larga trayectoria como plataforma de debate participativo sobre los retos que plantean las enfermedades animales y la seguridad alimentaria. Durante años, TAFS Fórum ha trabajado en los
temas de la fiebre aftosa y otras enfermedades animales que cruzan fronteras, con el objetivo de facilitar el intercambio de conocimientos y promover esfuerzos conjuntos de diferentes sectores y países.
Perspectiva mundial. La reunión de Buenos Aires congregó a unos 90 asistentes, que valoraron la oportunidad de obtener una visión actualizada de la situación mundial, profundizar en los factores que influyen en la propagación de la enfermedad y debatir estrategias para ajustar la preparación ante emergencias.
Los participantes coincidieron en que el trabajo colectivo y el intercambio de experiencias son fundamentales no sólo para prevenir la incursión de virus, sino también para asegurar la continuidad de las empresas, promover la sostenibilidad de la ganadería y garantizar la seguridad
alimentaria mundial.
Los recientes acontecimientos en el continente marcaron un cambio significativo en las políticas de control de la fiebre aftosa. Alejarse de un sistema en el que la mayoría de los animales estaban vacunados y, por tanto, protegidos, conlleva nuevos riesgos y desafíos.
En los próximos dos años, un gran número de animales serán muy vulnerables al virus . En consecuencia, las medidas preventivas son cruciales, y es esencial actualizar las evaluaciones de riesgo a la luz de la nueva situación para permitir una detección precoz y una respuesta rápida y eficaz para prevenir y controlar la propagación de la enfermedad en caso de brote.
Preparación para nuevos escenarios. La conferencia contó con tres sesiones de alto nivel centradas en la situación actual de la fiebre aftosa en Sudamérica, los cambios que está experimentando y los preparativos más adecuados para los nuevos escenarios.
La jornada de ponencias y debates fue inaugurada por Patrick Buholzer, Director Ejecutivo de TAFS Fórum; Laura Escuder, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); y Fernando Ferrari, de la organización de productores agroindustriales Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Durante la reunión se repasó el camino recorrido por la región para controlar la enfermedad y lograr el estatus de libre de fiebre aftosa en casi todos sus países. Ricardo Reilly Arrarte, de la Asociación Rural de Uruguay, destacó que los países del Mercosur son responsables del 20 % de la producción mundial de carne vacuna y del 46 % de las exportaciones, por lo que un brote de fiebre aftosa en la región no solo tendría un tremendo impacto en los países sino también en la disponibilidad mundial de carne vacuna.
En este sentido, Emilio León, profesor de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA), señaló que las medidas de mitigación son extremadamente importantes y que
la vacunación sólo debe suspenderse si existen pruebas suficientes que avalen tal decisión.
Patrick Buholzer, por su parte, se refirió a los diversos factores que influyen en la propagación de las enfermedades, como el cambio climático, la superposición de hábitats y la interconexión mundial. «El mundo se ha hecho indudablemente más pequeño», resumió.
Nadav Galon, ex jefe de la autoridad israelí de sanidad animal, habló de la importancia de garantizar la producción ganadera mediante estrategias eficaces de protección contra las enfermedades transfronterizas, centrándose en tres elementos principales: preparación, prevención y respuesta. También hizo hincapié en que la preparación y la existencia de planes (por ejemplo, planes de contingencia, disponibilidad de vacunas o bancos de antígenos y vacunas, etc.) son fundamentales para responder a tiempo a un posible brote.
La conferencia concluyó con un llamamiento a reforzar los esfuerzos conjuntos y promover debates más amplios para encontrar mejores enfoques a un problema que, por sus importantes implicaciones para la seguridad alimentaria, es crucial para la región y sigue siendo una
preocupación mundial.