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General Artigas apuesta a la reactivación del cultivo de ajo con variedades mejoradas

En una importante iniciativa para revitalizar la economía local y diversificar la producción agrícola, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Dirección de Extensión Agraria (DEAg), ha iniciado la entrega de insumos técnicos y semillas certificadas para reactivar el cultivo de ajo en el distrito de General Artigas (Itapúa), tradicionalmente ligado a esta producción.

Este viernes en Poder Agropecuario 360, con la conducción de Edith Orzusa a través de Unión R800 RADIO y TV, se abordó la reactivación de la producción de ajo y su gran potencial en el mercado local.

El Ing. Diosnel Bareiro, gerente del Centro de Desarrollo Agropecuario (CDA) de la DEAg en Itapúa Sur, destacó la relevancia del proyecto: “Estamos prosiguiendo con la entrega de insumos técnicos, en este caso semillas, para reactivar un cultivo tan noble y característico de nuestro distrito. Hay mucho entusiasmo entre los productores, quienes tienen grandes expectativas en esta iniciativa”.

Históricamente, el cultivo de ajo tuvo un auge en la década del 70, alcanzando hasta 200 hectáreas y logrando incluso exportaciones a Brasil. Sin embargo, con el paso del tiempo, la degradación de las semillas, la pérdida de productividad, la falta de tecnificación y el deterioro del suelo provocaron una fuerte disminución en el rendimiento y la calidad del producto. En 2024, solo se cultivaron 7 hectáreas entre unos 28 productores.

Ante esta situación, el MAG decidió reimpulsar el rubro. Se identificaron 112 productores con experiencia en el cultivo y manejo del ajo, quienes fueron seleccionados mediante criterios técnicos. El proyecto contempla la instalación de tres sistemas de riego con cintas de goteo, perforación de pozos, cañerías y una red de distribución, además de la entrega de semillas, fertilizantes y productos fitosanitarios.

Bareiro explicó que la nueva variedad introducida se llama “Ito”, un híbrido desarrollado en Brasil a partir de dos variedades.

“Es una de las mejores variedades brasileñas, con un rendimiento promedio de 20.000 a 25.000 kilos por hectárea, mientras que aquí estamos entre 4.000 y 5.000. Apuntamos a lograr, al menos, 15.000 kilos por hectárea con esta nueva tecnología”, detalló el ingeniero.

El plan piloto contempla que cada productor inicie con un cuarto de hectárea bajo sistema de riego, como una forma de experimentar y ajustar la tecnología, con miras a expandirse en la siguiente zafra. Además, se construirá una cámara de frío con capacidad de 28.000 kilos en la sede de la DEAg, para conservar y certificar las semillas junto con el SENAVE. Esto permitirá que otros productores del departamento o de distintas regiones del país puedan acceder a semillas de calidad.

La demanda del mercado no será un obstáculo. Empresarios de Brasil y Argentina ya han manifestado interés en adquirir la producción local. El objetivo inmediato es cubrir el mercado interno, y a mediano plazo, retomar las exportaciones.

El ingeniero también recordó que el distrito de General Artigas cuenta con una sólida base en otros rubros hortícolas: “El año pasado comercializamos más de 3.700.000 kilos de cebolla, 400.000 de papa y más de 500.000 frutas de sandía, generando casi 15.000 millones de guaraníes para más de 600 pequeños productores”.

El acompañamiento técnico será constante, desde la identificación de productores hasta la comercialización. “El trabajo de la DEAg es integral. Elaboramos los proyectos, entregamos los insumos y damos asistencia técnica permanente hasta que el productor logre vender su cosecha”, afirmó.

Finalmente, Bareiro anunció la realización de la “Primera Fiesta del Ajo en General Artigas”, que incluirá un día de campo con parcelas demostrativas, exposiciones de productos derivados y encuentros entre productores, estudiantes y autoridades. “Queremos que esta fiesta sea una vitrina del potencial de nuestro distrito y que se convierta en una tradición anual”, expresó.

Juvencio Rivas, presidente de uno de los comités de productores más representativos del distrito de General Artigas, destacó los avances logrados gracias a la asistencia técnica y la incorporación de nuevas tecnologías en el ámbito agropecuario.

Rivas explicó que su comité, conformado por 120 productores distribuidos en 27 compañías del distrito, trabaja en conjunto con otro comité vecino para impulsar la producción mediante la recepción de semillas tratadas y el acceso a tecnologías de punta. “Este es un sueño que hoy comienza a hacerse realidad. La reactivación del distrito es posible gracias al esfuerzo conjunto de los productores, el acompañamiento técnico y el respaldo del MAG. Sin este apoyo, no podríamos lograr nada”, expresó Rivas con emoción.

Uno de los mayores desafíos señalados por Rivas ha sido históricamente la escasez de agua y la falta de tecnologías adecuadas para la producción. “Antes, la tecnología no era accesible y el acompañamiento técnico casi inexistente. Hoy, con el respaldo del MAG y proveedores de semillas, podemos aplicar conocimientos, mejorar el suelo y potenciar la producción”, añadió.

Y agregó: “En este país hay diferencias, sí, pero también hay oportunidades. Tenemos que aprovechar la asistencia técnica, capacitar a nuestros productores y, sobre todo, trabajar unidos. La producción requiere compromiso, esfuerzo y acompañamiento emocional. No es solo sembrar, es prepararse y confiar en el proceso”, subrayó.

El Dr. Denis Barúa, técnico del DEAg, destacó los avances en la producción tradicional de ajo en el distrito. Explicó que el cultivo ya se encuentra en una etapa avanzada de desarrollo vegetativo, aunque algunas parcelas muestran señales de estrés hídrico debido a la escasez de lluvias. Sin embargo, expresó optimismo sobre una posible recuperación gracias a condiciones climáticas favorables en los próximos días.

“La buena noticia es que ya hemos aplicado urea para fomentar un desarrollo foliar más abundante, y los productores también recibieron fertilizantes foliares y químicos por parte del MAG”, destacó Barúa.

El técnico subrayó que General Artigas tiene una larga tradición en el cultivo de ajo, que se remonta a la década de 1960, y que hoy se está revitalizando con nuevos esfuerzos de acompañamiento técnico. “Este relanzamiento permitirá acceder a semillas de calidad y aumentar tanto la superficie cultivada como la producción, lo que repercutirá positivamente en los ingresos de los productores y en la reducción de la dependencia del ajo importado”, explicó.

Actualmente, más del 95 % del ajo que se consume en Paraguay proviene del extranjero, principalmente de China, Argentina y Brasil. Uno de los objetivos del MAG es revertir esta situación mediante el fortalecimiento de la producción local, especialmente con la introducción de nuevas variedades.

Respecto al manejo técnico, Barúa explicó que los productores cuentan con directrices claras para completar la siembra en un plazo de dos a tres días. La fertilización se dividirá en dos etapas: a los 40 días se aplicará una mezcla de 60 % de urea y 40 % de potasio, y a los 60 días se invertirá la proporción. Además, durante el desarrollo vegetativo se utilizarán abonos foliares e insumos fitosanitarios de forma semanal, según las necesidades de cada parcela.

Barú destacó que la selección de los productores se hizo considerando su capacidad adquisitiva y que, aunque el MAG provee una parte de los insumos, algunos costos como insecticidas corren por cuenta del productor. “Esto es parte del compromiso individual que se requiere para asegurar una producción eficiente”, afirmó.

Además del ajo, la zona de General Artigas presenta una notable diversidad productiva. Los pequeños agricultores cultivan principalmente maíz, mandioca, poroto, arveja y cebolla (morada y blanca), y también disponen de pequeños criaderos avícolas, porcinos y ganado para leche y carne. Actualmente, 30 productores han recibido semillas de ajo para instalar un total de aproximadamente 10 hectáreas, y otros han adquirido semillas por cuenta propia, alcanzando un total estimado de 15 hectáreas.

Finalmente, el técnico hizo un llamado a los productores a cuidar las semillas entregadas, reservar una parte para la próxima campaña y acercarse a la oficina del DEAg ante cualquier consulta. “Es fundamental que aprovechen los recursos que se provee, pero también que piensen en la sostenibilidad del proceso. No deben vender toda la cosecha, sino guardar una parte para continuar cultivando en el futuro”, concluyó.

Hedilberto Servián, presidente del Comité de Agricultores de Santa Librada, informó que los productores de la comunidad se encuentran en plena etapa de preparación para iniciar la siembra de ajo. El comité está integrado por 27 familias que dependen de la agricultura como principal fuente de sustento.

Según Servián, el cultivo del ajo representa una oportunidad clave para dinamizar la economía local y fortalecer la seguridad alimentaria en la zona. “Estamos organizados y listos. Apenas llegue la semilla, comenzaremos con la preparación de los terrenos y el proceso de siembra. Esta es una gran esperanza para muchas familias que ven en el ajo una alternativa rentable”, señaló.

La comunidad ha venido trabajando de manera coordinada con instituciones de apoyo agrícola para acceder a insumos, asesoramiento técnico y capacitación en buenas prácticas agrícolas. Se espera que, con la siembra de este año, se logre incrementar el rendimiento por hectárea y mejorar la calidad del producto, lo que facilitaría su comercialización en mercados locales y regionales.

El Comité de Agricultores de Santa Libra ha apostado por la diversificación de cultivos y la incorporación de tecnologías sostenibles, en busca de una producción más eficiente y amigable con el medio ambiente. Con esta iniciativa, las familias esperan no solo generar ingresos, sino también fomentar el trabajo colaborativo y el desarrollo rural de su comunidad.

 

Lorenzo Benítez, conocido como el hijo del “Rey del Ajo”. Benítez destacó los esfuerzos y sacrificios de los productores, así como el papel clave del MAG. La labor no solo implica la siembra y cosecha, sino también el cuidado del terreno. «Es un trabajo duro, pero necesario», aseguró Benítez. “Nos estamos preparando cada año con más fuerza, cuidando nuestras tierras, nuestros hijos y nuestra producción”, concluyó Benítez.

Ángel Benítez, productor rural de larga trayectoria en el cultivo de ajo, compartió su experiencia y preocupaciones sobre la situación actual del sector. Con más de cuatro décadas dedicadas al ajo, Benítez remarcó que, a pesar de los esfuerzos, el contexto se ha vuelto cada vez más difícil para los pequeños productores.

«Desde hace más de 40 años cultivamos ajo. Todos los años, sin fallar. La superficie varía, pero nunca dejamos de producir», relató. Explicó que el proceso de cultivo es largo y demanda paciencia: «El ajo lleva un año y medio desde la siembra hasta la cosecha».

Consultado sobre la semilla, fue enfático: «Hace poco más de un año recibimos una nueva variedad. Pero el problema es que la semilla debe estar en forma, debe ser viable. Si no lo está, no hay esperanza. Si logramos que esté en buenas condiciones, se puede trabajar, pero ahora mismo es difícil».

A pesar del panorama adverso, Benítez no pierde del todo la esperanza: «Los compañeros de General Artigas, algunos de ellos ingenieros y otros productores de Brasil, nos han dado ánimo. El ajo de esta región tiene mucho valor. Hay semillas que provienen de aquí, pero necesitamos apoyo real para seguir adelante».

Con esta apuesta al ajo, General Artigas busca no solo rescatar una actividad histórica, sino también impulsar la economía local, diversificar la producción y posicionarse nuevamente en el mapa agroexportador del país.

 

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Registran auspicioso avance en el segundo tramo de la ruta a Puerto Indio

El segundo lote de la futura conexión entre Puerto Indio y la ruta PY07 mantiene un ritmo sostenido de avance en el distrito de Mbaracayú, departamento de Alto Paraná. A la fecha, el Lote 2 del proyecto alcanza un 47 % de progreso en sus 33,36 kilómetros de extensión.

La obra tendrá un impacto significativo en la región, mejorando la conectividad entre comunidades rurales y facilitando el transporte de productos agrícolas, lo que impulsará el empleo local y el desarrollo económico del distrito de Mbaracayú.

Los trabajos del Lote 2 a cargo de LT S.A se extienden desde el kilómetro 27 hasta el 60, donde se tienen avances significativos en diversos frentes. El movimiento de tierras abarca 24 kilómetros, mientras que la base estabilizada cubre 18 kilómetros y más de 17 kilómetros ya cuentan con base negra. La aplicación de la carpeta asfáltica con polímeros alcanzó 4,3 kilómetros, y las obras de drenaje están prácticamente finalizadas. Adicionalmente, se completaron las tareas fundamentales como la limpieza del terreno, excavaciones e instalación de subrasante mejorada.

El mejoramiento abarca en más de 60 kilómetros de pavimentación en dos lotes, incluyendo el segundo que va desde el kilómetro 0 hasta el 27, y que ya presenta un avance superior al 55 %. En este caso, la ejecución está a cargo de la empresa Benito Roggio e Hijos S.A., con fiscalización del Consorcio Grimaux – Electroconsult.

Este proyecto cuenta con financiamiento del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), e incluirá un periodo de mantenimiento de cinco años posterior a su construcción, asegurando la durabilidad de la infraestructura.

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Apoyo regional al sector productivo se consolida en exitosa conferencia hemisférica de pequeños productores agrícolas

El Ministerio de Agricultura y Ganadería a través de la Viceministra de Agricultura, Rossana Ayala represento a nuestro país en la conferencia hemisférica de pequeños productores agrícolas como entidades de Negocio en América Latina IICA y socios estratégicos en San José, Costa Rica.

El fortalecimiento de las organizaciones de pequeños productores agropecuarios es esencial para un mayor protagonismo de este sector en la transformación del agro de América Latina y el Caribe, dijeron representantes de la agricultura familiar, autoridades e investigadores de organismos internacionales, profesionales y formuladores de políticas reunidos en la sede del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

En una conferencia hemisférica se discuten, durante dos jornadas de trabajo, los alcances, retos y futuro de las organizaciones de pequeños productores agrícolas como entidades de negocio en la región.

La creación de un foro de discusión permanente sobre estos temas y el establecimiento de una agenda de investigación colaborativa son los objetivos fijados por los organizadores del encuentro: el Instituto Tata-Cornell para Agricultura y Nutrición, el Banco Mundial, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), FONTAGRO y el IICA.

Participan representantes de cooperativas y empresas asociativas, del sector privado y de varias ONG junto con autoridades del sector público. Entre ellas figuran la secretaria de Estado de Agricultura y Ganadería de Honduras, Laura Suazo, y las viceministras de Agricultura de Paraguay, Rossana Ayala, y de Guatemala, Klemen Gamboa.

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La Cámara Japonesa celebra medio siglo de cooperación estratégica con Paraguay

En una emotiva ceremonia que reunió a referentes del mundo empresarial, diplomático y gubernamental, la Cámara Japonesa de Comercio e Industria en Paraguay (CJCIP) celebró su 50º aniversario, consolidando su legado como puente sólido entre Japón y Paraguay en los ámbitos del comercio, la inversión y la cultura.

El evento, que tuvo lugar el jueves 8 de mayo en el Centro de Eventos del Paseo La Galería, contó con la presencia del embajador extraordinario y plenipotenciario del Japón en Paraguay, Katsumi Itagaki; el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez; así como numerosos empresarios de varios países e invitados especiales, quienes celebraron cinco décadas de cooperación fructífera y visión compartida entre ambas naciones.

Durante el acto, Naoki Nagaoka, presidente de la Cámara, destacó el papel fundamental de la institución como facilitadora de un diálogo permanente entre empresas japonesas y paraguayas, lo que ha impulsado oportunidades de inversión, innovación y desarrollo conjunto. “Hemos trabajado incansablemente para construir puentes de entendimiento mutuo, no solo en lo económico, sino también en lo cultural”, afirmó.

A lo largo de estos 50 años, la CJCIP ha sido clave en la organización de ferias comerciales, misiones empresariales y encuentros estratégicos que han fortalecido la red de negocios binacional. Como resultado, Japón se ha posicionado como un socio estratégico en el desarrollo económico paraguayo.

“Hoy, al mirar hacia atrás, celebramos los logros y las relaciones que hemos construido. Paraguay y Japón comparten una historia rica en intercambios, con la llegada de inmigrantes japoneses en los años 30, quienes aportaron su esfuerzo y dedicación a la comunidad paraguaya. Esa mezcla de culturas ha enriquecido nuestra sociedad y fue fundamental en la construcción de un puente comercial próspero”, dijo el titular de la Cámara.

En materia de inversión, Nagaoka subrayó que la Cámara ha acompañado a diversas firmas japonesas interesadas en establecerse en Paraguay, brindando información vital sobre regulaciones, clima de negocios y sectores en expansión. Entre los casos más destacados de inversión japonesa figuran las empresas autopartistas Yazaki, Sumidenso y Fujikura, que operan bajo el régimen de maquila, generando miles de empleos —en su mayoría ocupados por mujeres— y fortaleciendo la capacidad técnica de la fuerza laboral local.

Otras compañías como Hagihara, especializada en fibras para la construcción, y Barchip, que produce fibras sintéticas de poliuretano para obras viales, han elevado los estándares de calidad en infraestructura gracias a la incorporación de tecnología japonesa. En el sector agrícola, la introducción de cultivos hortícolas y la adopción de la siembra directa representan hitos de transformación liderados por la cooperación nipona.

“El aporte de las empresas japonesas va más allá de lo económico: invierten, capacitan y apuestan por el desarrollo profesional de los paraguayos”, señaló Nagaoka.

Mirando hacia el futuro, el presidente de la Cámara expresó su optimismo al señalar que las relaciones comerciales entre Paraguay y Japón continuarán fortaleciéndose, especialmente en sectores estratégicos como las energías renovables, la biotecnología y las tecnologías de la información. Asimismo, destacó la importancia de incrementar las exportaciones de alimentos —como carnes, granos y productos con mayor valor agregado—, contribuyendo así a la seguridad alimentaria con productos de alta calidad. No obstante, advirtió sobre desafíos pendientes como la reducción de la burocracia, la mejora de la infraestructura y la necesidad de capacitación técnica especializada entre ambos países.

“Aún queda un largo camino por recorrer. La seguridad jurídica, la debilidad de algunas instituciones, la formación de nuestro capital humano y la modernización del sistema financiero, clave para atraer inversiones extranjeras, son áreas que demandan atención urgente. Sin embargo, Paraguay posee un vasto potencial que todavía no ha sido plenamente aprovechado. Por ello, la necesidad de aunar esfuerzos y promover el desarrollo se vuelve más apremiante que nunca”, finalizó el presidente de la CJCIP.

La celebración incluyó actividades especiales, entre ellas el conversatorio titulado “Competitividad en América del Sur y ¿por qué en Paraguay?”, en el que Lázaro de Figueiredo y Emilio García Neto, CEO y COO de Yazaki Mercosur respectivamente, compartieron su experiencia y reflexionaron sobre las ventajas competitivas que posicionan a Paraguay como un destino estratégico para la inversión regional.

Yazaki destaca varios beneficios de operar en Paraguay: la disponibilidad de jóvenes para su primer empleo, en línea con su filosofía de contribuir a la sociedad; el compromiso con el pueblo paraguayo a través del trabajo; una cultura de aprendizaje; el régimen de maquila, que ofrece simplicidad tributaria; y la accesibilidad a agencias gubernamentales para tratar asuntos industriales. También se valora la generación de energía limpia, una infraestructura adecuada y un costo eléctrico competitivo para el sector industrial.

No obstante, identifican áreas a fortalecer como la red vial y la creación de rutas alternativas para optimizar la logística entre carreteras y puertos; el desarrollo de cursos técnicos alineados con las necesidades de la industria automotriz; la actualización de la legislación laboral respecto al Mercosur; y la integración de los sistemas aduanero, tributario y fiscal.

Yazaki opera en 46 países con 141 empresas y 241.000 colaboradores. Está presente en América del Norte, Mercosur, Japón, China, Asia-Pacífico, India, Europa, Medio Oriente y África del Norte. En Paraguay, comenzó en 2013. En el Mercosur cuenta con ocho operaciones: seis en Brasil, uno en Argentina y uno en Paraguay, con un total de 14.000 colaboradores.

Los representantes de la firma indican que la experiencia en Paraguay ha sido positiva. Desde la planificación hasta el inicio de operaciones, el proceso fue eficiente, con apoyo de socios locales y agencias gubernamentales. Paraguay ofrece condiciones favorables para la toma de decisiones, especialmente en comparación con otros países del Mercosur.