Según Marcos Pereira, miembro de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), con las recientes lluvias, en especial en el Chaco Central, hay más tranquilidad para el productor.
“Hoy tenemos lluvias en todo el Paraguay. Según el pronóstico extendido, febrero y todo 2023 prácticamente será normal, no tendrá efectos de La Niña. Esto nos genera satisfacción y tranquilidad a la hora de producir”, afirmó Pereira.
Contó que el sector pudo tomar ciertas precauciones propias del campo, por medio de pronósticos que permitieron tomar decisiones con antelación para evitar un duro impacto.
Por otro lado, detalló que hubo tres factores específicos en los que la producción no tiene injerencia y que causaron daño, al menos a la hora de las ventas de novillos y sobrecostos. Por ejemplo, mencionó que uno de esos ítems fue la incertidumbre en el precio que pagaría la industria por los ganados.
“Lo que más golpeó fue la incertidumbre que hubo en el precio de la industria por la carne. Si bien empezamos con un valor estimado del novillo gordo entre US$ 3,70 a US$ 3,80, después se decidió bajar cuando se empezaba a salir el confinamiento que es la entre zafra, con precios relativos, y el precio bajó a US$ 3,10″, explicó.
Por último, agregó que esto fue de la mano con el aumento del precio del combustible durante todo el año, más los factores climáticos. “El productor se vio muy comprometido por estos factores durante el 2022 e hicieron que se haya pasado mal”, resaltó.
Fuente: La Nación.