Las vías de Bahía Negra, Alto Paraguay, están en un estado de deterioro tan precario que no solo obstaculiza el transporte de personas, sino también el flujo de producción agrícola y pecuaria. Esta situación ya de por sí preocupante se ha visto agudizada por las recientes precipitaciones, convirtiéndose en una crisis sin precedentes para la región.
La ciudad de Bahía Negra había estado en sequía durante casi tres años. La ausencia de problemas había sido un alivio, pero todo cambió cuando la lluvia llegó. El campo se llenó de riqueza, pero los caminos de barro. Luis Codas Riera, un ganadero de la zona, explicó que «la lluvia significa bonanza para el campo, pero también trae consigo los caminos embarrados».
Reiteró que la lluvia es fundamental para la producción agrícola de Alto Paraguay, especialmente en el campo ganadero. Los forrajes para los animales florecen, además de llenarse los tajamares y los cauces. Sin embargo, también pueden provocar complicaciones en los caminos de terraplén, que se vuelven intransitables.
En Bahía Negra, la situación es crítica cuando llueve. Incluso eventos de lluvia ligera pueden provocar un contexto de emergencia. Esto se debe a los barros que invaden las calles, inclusive haciendo inutilizables las pistas de la Fuerza Aérea. Esto deja a la población aislada, ya que la única forma de moverse es a través del Río Paraguay.
El sector productivo de Alto Paraguay se ve afectado considerablemente. La actividad ganadera es el pilar de esta región y el bloqueo de los caminos impide el ingreso de los animales desmamantes y la salida de los ganados gordos para faena. Esto también repercute en el comercio, ya que los camiones no pueden entrar con sus cargas, dejando a los almacenes con escasez de productos.
Codas señaló que, aunque todos desean asfaltos, los elevados costos hacen que la mejor solución sea un buen terraplén. «Con un sistema de alcantarillado y puentes, el agua no causará daños a la ruta, permitiendo que los camiones vuelvan a viajar una vez que cesa la lluvia», finalizó el ganadero de Bahía Negra.
Esta situación requiere la ayuda inmediata de las autoridades para evitar lo que puede convertirse en una tragedia si no se toman las medidas adecuadas. Los chaqueños arriesgan sus vidas para cruzar el peligroso camino de tierra en la zona. A pesar de los obstáculos, los audaces automovilistas siempre están dispuestos a llegar a destino.
Cuando se encuentran atrapados en el intenso barro, los pobladores locales acuden en su ayuda, pero incluso los imponentes tractores y grúas a veces tienen dificultades para traspasar el camino rebelde.