Tras la suspensión de China para importar carne de Brasil, como consecuencia por la aparición de encefalopatía espongiforme bovina atípica, también conocida como enfermedad de la vaca loca, en Minas Gerais y Mato Grosso, el país vecino se convirtió en un peligroso competidor en los principales mercados de Paraguay.
A más de un mes de lo sucedido con Brasil, la principal inquietud surge, ya que los compradores más importantes, como Chile y Rusia, se están inclinando hacia la proteína roja brasileña, principalmente porque dan a un costo inferior.
Recordemos que más del 60% de la carne vacuna brasileña, alrededor de 90.000 toneladas, tiene como destino al país asiático, cifra que busca ubicarse en otros mercados.
Paradójicamente, si Paraguay estuviera habilitado para exportar al gigante asiático sería uno de los más beneficiados con esta situación, pero la realidad es que el acaparamiento de la carne brasileña en los principales mercados de la carne nacional, le está costando una caída del 15% a Paraguay.
Los que sí están gozando de suerte con este escenario son Estados Unidos y Uruguay. Ambos países están aprovechando al máximo enviando cifras significativas.
Por un lado, Uruguay exporta unas 170.000 toneladas de carne, de las 300.000 que componen hasta hoy los embarques totales. Mientras que EEUU lo está haciendo a mayor volumen, recordando que otros competidores directos en China, como lo son Argentina y Australia, se encuentran limitados operativamente, el primero por la medida tomada por su gobierno en mayo pasado con el cepo a las exportaciones de carne y Australia experimenta problemas en sus relaciones políticas y comerciales con China.