Una cobertura insuficiente, una alta fragmentación e inequidad y una situación financiera insostenible en el mediano y largo plazo para Instituto de Previsión Social (IPS) y en el corto plazo para la Caja Fiscal, constituyen los tres grandes desafíos para el sistema de jubilaciones y pensiones en Paraguay.
Es la conclusión que se desprende del estudio titulado “El sistema de protección de ingresos a las personas mayores en Paraguay: aportes para mejorar la cobertura, equidad y sostenibilidad”, elaborado en forma conjunta por el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El documento, que estuvo a cargo de Ignacio Apella y Guillermo Montt, fue presentado este martes durante el seminario denominado ¿Cómo mejorar la equidad, la gobernanza y sostenibilidad del Sistema de Jubilaciones y Pensiones?, organizado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) con el apoyo de la OIT y el Banco Mundial.
Si bien la creación y expansión de la Pensión Alimentaria para Adultos Mayores en situación de pobreza aumentó la cobertura de la protección social a la vejez desde menos de un 15% a más de un 60%, cerca del 40% de las personas mayores de 65 años en nuestro país no reciben ingresos por pensión o jubilación, indicó Apella, quien se desempeña como economista senior para protección social, para América Latina y el Caribe del Banco Mundial. Le acompañó en la presentación Fabio Bertranou, director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, y, como comentaristas, la directora general de Seguridad Social del MTESS, Alejandra Garcete, y la directora general de Estudios Económicos del Ministerio de Economía, Liz Coronel.
Asimismo, la diferencia en los parámetros tanto entre el IPS y la Caja Fiscal como así también al interior de ésta última genera una inequidad intrageneracional. Cada esquema propone una generosidad de los beneficios diferente en función de la edad de retiro, la cantidad de años de cotización y sobre todo la tasa de reemplazo prometida. Por tal motivo, – añade- un trabajador recibirá un beneficio relativo a las contribuciones realizadas diferente dependiendo del régimen al que se encuentre afiliado. A esta inequidad en la adecuación o suficiencia de las prestaciones se suma el hecho que los beneficiarios de la Pensión Alimentaria para el Adulto Mayor reciben una pensión insuficiente para salir de la pobreza.
Igualmente, la alta generosidad de los diferentes esquemas de pensiones y el desafío que supone continuar expandiendo el pilar no contributivo en un contexto de espacio fiscal restringido, plantea dificultades financieras para el sistema en su conjunto. Las proyecciones actuariales sugieren que en el mediano plazo todas las subcajas de la Caja Fiscal y el IPS entrarán en una senda deficitaria con lo cual el requerimiento de asistencia del Tesoro Nacional será creciente
En este contexto, los expertos consideran imprescindible generar espacios de diálogo entre los actores clave sobre una reforma del sistema dirigida a eliminar la fragmentación y garantizar la sustentabilidad financiera, integrar los componentes contributivos y no contributivos y expandir este último, de modo de avanzar a la cobertura universal con prestaciones suficientes y en un marco de sostenibilidad financiera.