El Congreso brasileño debatirá una iniciativa que busca prohibir desde la investigación hasta la comercialización de «carne» cultivada, incorporando multas y penas de prisión a quienes trasgredan la norma. Por su parte, la comisión de Presupuesto del Senado uruguayo aprobó una veda de cinco años a este tipo de productos.
En los últimos días, en Brasil y Uruguay hubo novedades sobre iniciativas legislativas que buscan prohibir la carne de laboratorio. En ambos casos, apuntan a restringir su producción y comercialización, reservando al Estado la posibilidad de investigar sobre la tecnología.
En Brasil, el diputado Tião Medeiros (PP-PR), presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara, presentó un proyecto de Ley para prohibir la investigación, producción, reproducción, importación, exportación, transporte y comercialización privada de carne animal (vacuna, cerdo, aves y otras) cultivada en laboratorios. La veda se extendería a cualquier producto alimenticio que contenga en su composición este tipo de carne, obtenida mediante técnicas de cultivo celular o sintético.
El texto prevé sanciones, como la cancelación del registro de empresas que invierten en este segmento, incautación y destrucción de productos, embargo y cierre de establecimientos, pérdida de incentivos fiscales y de financiación, y multas que oscilan entre R$1 millón y R$10 millones.
La propuesta también busca agregar una pena de prisión de tres años a la ley brasileña de biotecnología para cualquier persona que investigue o produzca carne cultivada. El proyecto preserva la investigación pública sobre el tema siempre y cuando sea autorizado por un organismo competente.
En Uruguay, la Comisión de Presupuesto, integrada con Hacienda, aprobó el proyecto impulsado por el senador y productor rural Sebastián Da Silva que prohíbe por cinco años la comercialización, importación y fabricación de carne elaborada en laboratorios, informó Montevideo Portal.
La iniciativa de Da Silva está dentro del proyecto de Rendición de Cuentas que fue aprobado en comisión y será votado por el pleno de la cámara alta esta semana. De esta forma, el artículo 292 establece que los alimentos “mayoritariamente de origen vegetal que sean envasados en ausencia del cliente deberán constar de un etiquetado en su cara frontal indicando su origen vegetal siempre que utilicen denominaciones asociadas a productos de origen animal y sus derivados”.
Además, precisa que “se prohíbe por cinco años la importación, fabricación y comercialización en el país de productos para alimentación humana sustitutos de la carne, producidas en laboratorio de manera artificial en base a cultivos de células de origen animal”. Esta prohibición no será aplicable a la importación o fabricación en el país de dichos productos con fines de investigación científica o académica.
La norma también prevé una comisión de seguimiento de la tecnología de producción de alimentos en base a cultivo de células de origen animal en laboratorio, la cual estará integrada por el Ministerio de Industria, el de Salud Pública, el de Ganadería y el de Relaciones Exteriores.
Fuente: Valor Carne.