Produciendo carne de calidad mediante el confinamiento de ganado

Florián Weiss, gerente de Producción de la Cooperativa Friesland, explicó que en la Estancia Morotí llevan a cabo el confinamiento de ganado que combinan con la rotación  de cultivos con el objetivo de aprovechar los recursos naturales  y optimizar la producción. 

El proceso incluye cría propia. También adquieren desmamantes de sus asociados, “con 200 a 220 kilogramos para posteriormente hacer la recría a pasto, que abarca de 12 a 15 meses. Como paso final llevamos a confinamiento de 90 a 100 días y son enviados al Frigorífico Neuland”, explicó.

En el confinamiento no sufren los animales porque se encuentra muy bien equipado para el confort de los mismos. “Contamos con buena estructura y siempre tenemos bien organizado”, dijo Weiss.

Agregó que los lotes que van a frigorífico son preparados de 90 a 130 animales y poseen diferentes pesos, dependiendo de la edad y peso con que ingresan, sin embargo, el rango es de 500 a 550 kilogramos. “La idea es vender animales uniformes porque agiliza la faena y genera un padrón de carne único para exportación. Respecto a la raza, no tenemos una en particular, ya que depende de lo que cría el productor, pero preferiblemente nos abocamos al Brahman o Nelore porque estamos teniendo muy buenos resultados”, aclaró.

La cooperativa siempre fue productora de carne y también de granos como soja y maíz, igualmente trigo, pero en poca cantidad. “El confinamiento representa para nosotros una herramienta para hacer la rotación con la agricultura. La rotación inició con soja, maíz y ganadería, volviendo cada 2 o 3 años. Esto nos obligó a confinar los animales y también por la calidad que exige el frigorífico, es decir, mediante este proceso se puede producir una carne más terminada”, agregó.

Sobre la nutrición de los animales, dijo que consumen silaje de maíz, maíz húmedo y una mezcla de proteícos con minerales macro y micro. “Siempre tenemos asistencia de técnicos que miden y preparan la fórmula como debe ser. El balanceado producimos nosotros mismos”, explicó Weiss.

Señaló que la fábrica de balanceados se implementó en 1993, pues representaba una necesidad procesar los granos que se producían en las colonias. Hoy día los socios ya cultivan más de lo que se puede procesar.

Por último, dijo que siempre se enfocan a lo que el cliente pide, “carne buena y de primera calidad”, finalizó.

 

 

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