Productores de lana certificados celebran resultado con precio alcanzado en venta

Con precios hasta un 100% superiores a los del mercado interno brasileño, los productores de lana de Rio Grande do Sul (Brasil) celebran la cosecha 2022/2023 que comenzó en la primavera. Los criadores australianos Merino, Corriedale e Ideal, que forman parte del programa de lanas certificadas de la Asociación Brasileña de Criadores de Ovinos (Arco), ya destinaron la mayor parte de su producción al mercado uruguayo, por un promedio de R$ 20 por kilo.

“Soy un ejemplo”, dice Sérgio Muñoz, productor de lana Ideal de la ciudad de Herval (RS), e inspector técnico de Arco responsable del programa de certificación. “Todavía no cerré la venta de mi lana, pero la mía, a precio de mercado en los puestos aquí es de R$ 10,00 y creo que venderé alrededor de R$ 20,00”, celebra. Según él, este es un número impresionante y que hay lanas merina que pueden haber sumado más del 100%.

En total, el programa de Arco certifica lana de 18 productores del estado de Rio Grande do Sul en las ciudades de Herval, Pedras Altas, Alegrete, Uruguaiana, Bagé y Pinheiro Machado. Con alrededor del 90% de la cosecha despejada, Arco ha cosechado 65.000 kilos de lana merino, 10.000 de Ideal y 8.300 de Corriedale. En total, cinco comparsas (grupo de profesionales involucrados en el proceso de la cebolla albarrana) trabajaron en la cosecha. De estos, dos son compinches uruguayos. Uruguay se especializa en el método tally hi, de origen australiano, y que es recomendado por Arco en su programa de certificación.

La certificación a través del programa Lã Gaúcha, que entre sus criterios de evaluación incluye el uso del método de squiring recomendado y el embalaje del producto sin contaminantes, comenzó en 2021, con cerca de 18.000 kg de lana certificada y puede alcanzar las 100.000 libras este año. Sin embargo, la producción total en Rio Grande do Sul ronda los 8 millones de kilos, de los cuales cerca de 6 millones son de las razas Merino, Ideal y Corriedale. “Es difícil definir esos números porque hay rebaños cruzados con rebaños de carne, lo que provoca la pérdida de calidad de la lana”, explica Sérgio Muñoz.

La gran diferencia entre la producción de lana de Rio Grande do Sul y la cosecha de lana certificada radica en lo que el técnico de Arco llama una cuestión cultural. “Los productores siguen en esa situación de no envasar lana, no certificar, entonces la gran mayoría de nuestra lana termina en la fosa común y el intermediario es el que gana. Lo compra barato, porque está mal embalado, lo manipula y gana dinero vendiéndolo. Es decir, hoy estamos enriqueciendo los puestos de lanas”. Sérgio Muñoz explica que la lana certificada, cuando sale del galpón, está lista para entrar a las líneas de producción. “La industria quiere esta lana porque es un producto de mayor calidad y en consecuencia el productor gana más”, garantiza.

Dice que el trabajo de certificación en Uruguay comenzó entre 1984 y 1985 y hoy afecta a la mayor parte de la lana de ese país, reconocida por su calidad a nivel mundial. “Estamos llegando quizás a los 100.000 kilos de lana certificada para una producción que podría llegar a los 6 millones de kilos entre estas tres razas, Merino, Ideal y Corriedale”, lamenta el productor.

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