A pesar de las bajas temperaturas que azotaron las principales zonas arroceras del país en las últimas semanas, al cierre de noviembre la campaña 2022 – 2023 de arroz registra un 75% de avance de siembra, alrededor de 110.000 hectáreas, según monitoreos de Control Union Paraguay.
La certificadora destacó que el 70% de las áreas sembradas se encuentran en primer lugar Misiones, le sigue Ñeembucú y en tercer lugar Paraguarí.
“A pesar de las bajas temperaturas, en los cultivos no se presentaron importantes afecciones, debido a que en su mayoría se encontraban en fase vegetativa de postemergencia. No obstante, las parcelas en etapas más avanzadas mostraron un leve porcentaje de plantas amarillentas, pero con la normalización de las temperaturas comienzan a recuperarse, retomando el buen desarrollo”, explicó Ezequiel Aguilar, responsable técnico de Inspecciones de arroz en Control Union.
Las labores de siembra fueron demoradas a raíz de las abundantes precipitaciones de las últimas semanas. Estos retrasos podrían ocasionar una leve disminución de las áreas proyectadas al inicio de la campaña.
“Es posible que estas lluvias puedan compensar la baja de las áreas con un mejor rendimiento de la producción, ya que los reservorios de agua se encuentran con un buen caudal. El desafío estará en el aprovechamiento y el manejo adecuado de los mismos por parte de los productores”, reconoció Aguilar.
A pesar de las preocupaciones al inicio de la campaña respecto a costos de los insumos y la logística, hoy las temperaturas y la disposición de agua fomentan un clima de optimismo entre los productores de arroz, anunciando una buena cosecha en los meses de enero y febrero.
“Las precipitaciones de los próximos meses serían claves para los cultivos tardíos. El sector estará muy expectante a la evolución del clima en las siguientes semanas”, finalizó el técnico de la certificadora.
Para el año agrícola 2022 –2023, la Cámara Paraguaya de Industriales de Arroz (Caparroz) estima alcanzar una superficie sembrada de 140.000 a 150.000 hectáreas, es decir, un 10% menor con relación a la campaña anterior.