Dentro del marco de una sesión extraordinaria, el pleno de la Cámara de Diputados, emitió media sanción al proyecto de ley “Que prohíbe la producción, importación y comercialización de la carne cultivada en laboratorio, para consumo humano y en toda la cadena alimenticia”.
Dicho documento fue presentado por el legislador Luís Federico Franco (PLRA-Central), con la finalidad de proteger a las personas en su alimentación, considerando que la creación artificial de carne en laboratorios, a partir de células madre extraídas de músculos de animales (vaca, pollo, cerdo), junto con otros elementos (suero fetal bovino, mioglobina, vitaminas, aminoácidos, grasa y tejido conectivo), con alto nivel de componentes químicos, trae consigo inconvenientes para la salud.
La exposición de motivos del proyectista refiere que el sector cárnico lleva tiempo denunciando que “la mal llamada carne sintética o de laboratorio”, se está queriendo presentar ante los consumidores como una alternativa a la carne real, con la idea de revolucionar la industria bajo la premisa de un supuesto bajo impacto medioambiental.
En su carácter de proyectista, el diputado Franco, al momento de solicitar el apoyo a la presente propuesta legislativa, dijo que la intención es cuidar la salud y bienestar humano por sobre todo, considerando que hasta el momento ni la Organización Mundial para la Salud, ni la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), pudieron expedirse, ni a favor ni en contra del mencionado producto sintético producido en los laboratorios en forma química.
“Tengo entendido que el primer país del mundo en prohibir el consumo de este tipo de alimentos fue Italia; pido al pleno el acompañamiento teniendo en cuenta la salud de todos los paraguayos; que esto no vaya en perjuicio de nuestros compatriotas”, significó.
En el mismo sentido, la diputada Rocío Abed (ANR-Alto Paraná), presidenta de la Comisión de Equidad Social y Género, sugirió algunos cambios a la propuesta legislativa, entre las que destaca el pedido de testar de todas las nomenclaturas la palabra “carne”.
“Está prohibido, por ley, denominar carne a otro tipo de productos alimenticios de sean de origen vegetal o que contengan células de cultivo animal producidas de manera artificial en un laboratorio”, señaló.
Indicó que la palabra “carne” solo refiere al producto de origen animal, que se ha obtenido a partir del faenamiento y sean aptos para el consumo humano.
Añadió que el proyecto no busca coartar la tecnología ni los fines investigativos, solo buscar prohibir la producción y la importación de la carne cultivada.
Por otro lado, durante su intervención, el parlamentario Eulalio Gomes (ANR-Amambay), felicitó al proyectista y aseguró que, con el visto bueno del documento, se estaría apoyando a 136 mil productores y 1.200.000 personas que directa e indirectamente sobreviven del rubro.
Para el diputado Guillermo Rodríguez (Yo Creo-Alto Paraná), la “carne sintética”, tiene el sello y la marca de la agenda globalista 2030.
“Siendo los pioneros a la hora de prohibir esto, de alguna manera, tenemos la posibilidad de darle un portazo a la agenda 2030”, subrayó
Según la congresista Johanna Ortega (PPS-Capital), al momento de argumentar su rechazo, aseguró que no hay estudios suficientes que diga que sea bueno o mala para la salud.
“Creo que este proyecto es un atentado contra la libertad de mercado y la ciencia, porque pretende, no solamente, no permitir la elaboración y producción de la carne o la importación de la carne sintética, sino también prohibir la investigación científica sobre cualquier tema; puede ser un retroceso”, significó.
Otra modificación, a partir del dictamen de la Comisión de Equidad Social y Género es el siguiente agregado: “Se prohíbe el montaje de laboratorios con fines de producción de los productos alimenticios, basados en el cultivo de células, como también toda importación de equipos utilizados en los mencionados laboratorios, para los fines mencionados, exceptuándose la investigación”.
Tras las consideraciones de rigor, el proyecto obtuvo la media sanción y se dispuso su remisión a la Cámara Alta para su segundo trámite constitucional.
Fuente: Dirección de Comunicación.