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Amplían el plazo de suspensión total de autorización de permisos de quema para evitar incendios forestales

El Instituto Forestal Nacional (INFONA) resolvió ampliar el plazo de prohibición total del uso del fuego como práctica alternativa utilizada en áreas forestales, agrícolas y urbanas, para evitar el riesgo de incendios forestales.

La medida, que se extiende hasta el 29 de febrero del 2024, se tomó teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas adversas previstas en los próximos meses para la práctica de la quema controlada en pastizales, matorrales, arbustos, plantaciones forestales, cultivos, o cualquier tipo de vegetación.

Además, la medida fue recomendada por la Dirección del Sistema Nacional de Información Forestal, con sustento en la información del último Boletín de Perspectivas Climáticas de la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH-DINAC) de diciembre 2023 a febrero 2024, en el cual se indica que existe una alta probabilidad de permanencia de condiciones extremas durante los primeros meses del año entrante, previendo temperaturas superiores a las habituales en la mayor parte del territorio nacional.

Como autoridad de aplicación de la Ley N.º 6818/21 de “Manejo Integral de Fuego”, el INFONA dictó la Resolución N.º 956/2023, que amplía el plazo de prohibición del uso del fuego controlado como práctica alternativa utilizada en áreas forestales, agrícolas y urbanas, para evitar el riesgo de incendios forestales. El documento fue firmado el 21 de diciembre de 2023.

En ese sentido, el INFONA hace un llamado a la ciudadanía a respetar la prohibición de realización de quemas durante los meses de enero a marzo, debido a que las condiciones climáticas son muy propicias para la ocurrencia de incendios forestales.

Las denuncias en casos de incendios forestales pueden ser realizadas a través del Botón de denuncias de nuestra página web: https://denuncias.infona.gov.py

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Europa no es la única opción para Paraguay

Simona Cavazzutti, presidenta de la Confederación de Cooperativas Rurales del Paraguay (Concopar), destaca la importancia de esclarecer la naturaleza de las exigencias por la Unión Europea (UE) y su potencial impacto negativo en determinados segmentos del sector productivo.

Existen tres puntos fundamentales: el Tratado de Libre Comercio entre Mercosur y Europa, la reglamentación de Rediex para la exportación y el Reglamento Europeo 1115. “Son tres aspectos distintos que a menudo la gente confunde y es esencial ser claros para evitar malentendidos”, informó Cavazzutti.

En el caso del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Mercosur, esta negociación data de más de 20 años y se detuvo en 2019, es decir, está desactualizada. “Las reglas del libre comercio y del mercado han cambiado significativamente en estos años, por lo cual no podemos firmar un tratado basado en condiciones anticuadas. Esto es algo en lo que tanto los países del Mercosur como los europeos están de acuerdo, como lo expresó el presidente de Francia al negarse a firmar dicho tratado”, refirió.

Otro aspecto es la reglamentación de Rediex para la exportación que va en contra de los principios del Tratado de Libre Comercio, lo cual es inaceptable, señaló la representante de la Concopar. “No podemos permitir que se impongan reglas que contradicen nuestras leyes y principios. Un punto crítico es la afectación a la cadena de suministro de las exportaciones. Por ejemplo, un agricultor pequeño o mediano podría tener dificultades para demostrar la trazabilidad de su producción debido a costosas certificaciones. Esto es especialmente problemático para aquellos que no cuentan con títulos de propiedad, una situación común entre pequeños productores en Paraguay. Frenar el desarrollo y retroceder en los avances logrados no es una opción”, lamentó.

En cuanto a la pérdida potencial al no firmar el tratado propuesto por la UE, es importante señalar que solo el 4 % de nuestras exportaciones se destinan a ese mercado. “Europa no es nuestra prioridad; debemos explorar mercados como Asia, donde hay una creciente demanda de alimentos. La firma del tratado bajo condiciones desfavorables no justificaría perder oportunidades en otros mercados más significativos”, remarcó.

En cuanto a la búsqueda de   nuevos nichos de mercado, dijo que en el 2024 como institución fueron parte de una misión comercial de cooperativas del MERCOSUR, “destaco la palabra MERCOSUR porque fuimos a presentarnos en Asia-Pacífico, viajamos a India, Singapur y Filipinas para dialogar sobre el bloque MERCOSUR. Esto es crucial porque somos cuatro países que producen considerablemente más de lo que consumen. Este aspecto les resulta muy atractivo, especialmente siendo países netamente importadores. Además, hablamos de una región del mundo que alberga la mayor parte de la población mundial. Entre India y Asia-Pacífico, estamos hablando de un mercado que abarca casi 2.000 millones de personas. Estamos tratando con mercados enormes, y creo que allí encontraremos más facilidades, menos obstáculos y menos burocracia”, explicó, haciendo hincapié en que “no debemos temer explorar nuevos mercados”.

Cavazzutti considera que como país tenemos una excelente oportunidad para la apertura de más mercados, “en estos días, estamos organizando una reunión virtual entre los gerentes comerciales de nuestras cooperativas y la Cámara Latinoamericana de Comercio en Singapur. El objetivo es que la Cámara pueda explicar a nuestra gente las posibilidades existentes en el mercado asiático. Necesitamos organizarnos y buscar activamente nuevos mercados”.

Y para finalizar la presidenta de Concopar agregó: A través de las cooperativas siempre buscamos crecer y posicionar al país. Estamos comprometidos en todos los ámbitos, incluido el cooperativo. Ya estamos exportando nuestra genética animal y semillas de soja. No debemos tener miedo. Hemos demostrado que la investigación en Paraguay puede lograr mucho. Estamos invirtiendo en el Instituto Nacional de Biotecnología para establecer un nuevo centro de investigación, abordando también el maíz y el trigo. No hay razón para temer. Paraguay ya ha demostrado que, siendo un país pequeño, tiene una producción considerable. Tenemos el potencial de crecer, tanto como país, en investigación y en todos los aspectos”.

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El maíz como motor de desarrollo sostenible en las comunidades agrícolas

El proyecto Avatiky llegó a miles de familias campesinas que lograron dinamizar sus ingresos a través de la venta de choclo, o mejorar la nutrición de sus animales, principalmente vacas lecheras, a través del ensilaje.

Dionisio Hildebrand, productor y empresario de Caaguazú afirmó que el programa logró excelentes resultados para mejorar la calidad de vida de las familias de los pequeños productores. Como integrante de la comunidad productiva, Don Dionisio comenta que siempre buscan ayudar a los pequeños para que planten, acompañarlos en los distintos procesos y celebrar con ellos los buenos resultados.

Mencionó que les presta algunos servicios y está funcionando bastante bien y que la ganancia es para ellos. Desde una mirada social y de arraigo mencionó lo siguiente: “Siempre digo, si mi vecino tiene para comer, yo tengo seguridad, yo no necesito tener miedo de que me va robar o que me va a invadir, sin embargo, si tu familia está con hambre buscás algo, siempre nuestra política es ayudarles para salir adelante y lógicamente para que puedan tener una vida mejor eso es lo que todos queremos”, expresó el productor.

Por su parte, Flaminio Núñez, productor del mismo departamento comentó que muchas familias están trabajando en la segunda ronda de plantaciones, correspondiente a la zafriña, luego de tener buenos resultados en choclo o silaje de la producción de zafra. Los cultivos se encuentran en distintas etapas de desarrollo, pero el panorama es bueno hasta el momento, y las perspectivas son alentadoras. Cabe recordar que el programa distribuye las semillas de alta genética a las familias, pero ellos deciden en qué temporada plantar y el destino de su producción.

El maíz es materia prima para el autoconsumo, se comercializa como choclo o esperan hasta el final de ciclo para vender las semillas, se utilizan como alimento para los animales, entre otros. También contribuye al sistema de rotación de cultivos.

Un factor importante que contribuyó al desarrollo de las comunidades productivas fue la colaboración entre grandes, medianos y pequeños agricultores. En la que aquellos más especializados en la producción a gran escala y sostenible asesoran, prestan servicios y acompañan a los más pequeños.

El Dr. Mohan Kohli, consultor y promotor de programas de investigación agrícola en el país, nos mencionó en una oportunidad que la división entre pequeños, medianos y grandes solo reside en el tamaño de sus fincas, en Paraguay los agricultores tienen la capacidad para producir los rubros de renta que desee, diversificar según sus intereses y aumentar el volumen de producción a través de buenas prácticas y el acompañamiento de las instituciones involucradas en el sector. Ese es el espíritu que el campo busca consolidar, un Paraguay en donde todos los campesinos mejoren su calidad de vida a través de aquello que mejor sabe hacer, trabajar en su chacra.

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Con la siembra directa y buenas prácticas los rendimientos son mejores en el campo

Don Trifón Ruiz Díaz se animó a diversificar sus cultivos, probar nuevas tecnologías y tecnificar su trabajo en el campo para cosechar mejoras en calidad y cantidad.

En la finca de Don Trifón Ruiz Díaz se producen variedades de mandioca, maíz y soja que son manejados totalmente con los sistemas de siembra directa, rotación de cultivos, uso de abonos verdes y manejo integrado de plagas, consiguiendo buenos rendimiento, y con casi nula de erosión y eficiente control de malezas.

El productor cuenta con variedades de mandioca que desde hace cinco meses se desarrolla en excelentes condiciones y requieren menor cantidad de corpida gracias a la integración de abonos verdes que combaten la maleza y, a su vez, ayudan a nutrir el suelo. “Recuperar el suelo no es nada de otro mundo, está a nuestro alcance. Cualquiera que lo desee puede hacerlo con los abonos verdes”, comentó Don Trifón. También indicó que gracias a las buenas prácticas creció su producción y puede colocarla en el mercado.

A pocos metros de los cultivos de mandioca, cuenta con otra parcela de maíz que servirá de alimentos para los animales de granja, cuyos granos destacan por su calidad. El productor contó que había empezado con una producción en torno a los 1.000 kilos de maíz por hectárea, ahora las expectativas son ampliamente superiores, lo que abre más posibilidades de comercialización. Desde hace tres años, también trabaja una parcela demostrativa de cultivos de soja correspondientes a la variedad Sojapar. Esto le permitió generar mayores ingresos y reinvertir en su finca.

Todos sus cultivos fueron plantados a través de la siembra directa y mecanizada, sobre cultivos de cobertura y con manejo racional de recursos, garantizando la sostenibilidad del trabajo agrícola. Esto generó un efecto directo en la mejora de la calidad y cantidad de productos, y en su calidad de vida. Don Trifón es parte de la comunidad de productores de San Roque del distrito de San

Juan Nepomuceno quienes reciben asesoría técnica y acompañamiento de la Dirección de Extensión Agraria Cda Caazapá (ALAT San Juan Nepomuceno). “Se empezó a mecanizar todo el proceso y mejorar las prácticas creo que allí está el futuro de la agricultura familiar”, comentó Fabio Vega, técnico extensionista de la zona.

El diagnóstico inicial del ALAT indicaba que el suelo estaba muy degradado por mal manejo (aradas y quemas sucesivas), lo que generaba rendimientos muy bajos de los cultivos. Se inició el proceso de recuperación utilizando abonos verdes, siembra directa y rotación de cultivos.

Esto permitió mejorar la fertilidad del suelo y su productividad, además la mano de obra para control de malezas entre 1 a 2 carpidas en forma muy puntuales. La mandioca superó los 35.000 kg por hectárea en 10 meses; el maíz chipa 3.500 kg por hectárea y con el maíz tupi pytã hubo un año en que se llegó a superar 10.000 kg por hectárea. En cuanto al poroto pytã llegó a 1.800 kg por hectárea.