La economía paraguaya tuvo un «rebote» como se esperaba respecto del año pasado, pero no está creciendo desde marzo de 2021 lo que se anhela; mientras que el mayor costo de la crisis, a más de las vidas humanas, fueron el deterioro en los niveles de empleo en calidad y cantidad, su mayor precarización reciente y el aumento de la pobreza. Así lo especificaron los panelistas de Basanomics, quienes expusieron las perspectivas económicas, en la última jornada de Innovar 2022, en Colonia Yguazú.
Santiago Peña y Lea Giménez, exministros de Hacienda, y Carlos Fernández Valdovinos, extitular del Banco Central del Paraguay (BCP), brindaron a un auditorio repleto en el que estuvo presente el expresidente de la República, Horacio Cartes, las proyecciones Basanomics, enfocadas en una perspectiva de decrecimiento del producto interno bruto (-0,5% al -1%) para el cierre de este año; en tanto que la inflación llegaría al 6% y el déficit fiscal se posicionaría en un 3% – 3,5%.
Al tiempo de mencionar que «no se puede utilizar el cortoplacismo» en la política económica, Peña sostuvo que ésta fue clave para contener los efectos de la pandemia, pero su normalización se retrasó, generando costos que hoy afectan a los sectores más vulnerables.
«Actualmente, se observa una reducción importante del déficit fiscal, gracias a la significativa mejora de los ingresos fiscales y normalización de la política monetaria, con ajustes importantes en la tasa de interés», destacó el economista.
Ante este escenario, la prioridad sigue descansando en las tan anheladas reformas, que no llegan aún, de acuerdo con el análisis de Basanomics. El exministro agregó que persiste otra pandemia, que es la del hambre y la falta de empleo y oportunidades, que «solo se resolverán con gestión, trabajo honesto, idóneo y entendiendo que las reformas son herramientas muy importantes», según enfatizó.
Fernández Valdovinos destacó por su parte que, a nivel internacional y con efecto en muchas economías, Estados Unidos experimenta la mayor inflación de sus últimos 40 años, lo que llevó a una reacción de su banco central.
A nivel regional, sostuvo que se perdieron dos años en la economía de los países por causa de la pandemia; y que constituye también una nueva década perdida en recuperar los niveles de producción en términos per cápita: «Eso está relacionado con la capacidad de consumo de la gente», agregó.
A su turno, Giménez estipuló unos USD 16.000 millones perdidos por Paraguay en términos de crecimiento a causa de los efectos de la pandemia, con resultado negativo en el mercado laboral. Enfatizó igualmente en que las dos terceras partes del ámbito del empleo sigue siendo informal, aspecto que no ayuda a mejorar las condiciones económicas.