La certificación de granos trasciende a toda la cadena de producción y procesamiento, mediante la custodia o trazabilidad de la materia prima. También permite a las empresas agrícolas tener un producto diferenciado, volviéndose una herramienta fundamental para ser más competitivos en el mercado local e internacional, explicó Ivanir Redel, gerente de Control Union, sede Ciudad del Este.
“Quien no tiene granos de calidad garantizada está fuera del mercado y no logrará comercializar sus productos”, aseguró Ivanir Redel, representante de Control Union en Ciudad del Este, una de las zonas más productivas del territorio nacional, conocida por su agricultura.
El mercado mundial va cambiado y las exigencias cada vez son mayores. Por ejemplo, en el cultivo de trigo, anteriormente se verificaban aspectos como el pH, la humedad e impureza. Sin embargo, hoy día abarcan más factores de calidad como el Falling Number (FN), W que es un indicativo de la dureza/fuerza de la harina producida con el trigo; además del color y otros aspectos más.
Para el consumidor un producto certificado representa un medio de confianza, con relación a la procedencia de lo que va a adquirir, si está avalado significa que cumple con las disposiciones legales que garantizan su origen y procesamiento. “Todos los productos terminan en nuestras mesas, por ende, saber su procedencia es muy importante”, afirmó.
Pese a que su aporte es inmenso, el porcentaje de control de calidad y certificación en Paraguay sigue siendo bajo, aunque poco a poco más empresas se van aggiornando a esta necesidad. Las empresas que todavía envían sus productos sin certificar, enfrentan problemas y descuentos al llegar a destino por estar fuera de padrón.
“Este año tenemos como ejemplo el maíz. Las empresas y acopiadores piensan que su maíz está dentro del padrón de exportación, al comercializar llegan a destino y empiezan los problemas por tema calidad”, señaló Redel.
Desde su experiencia sobre el trabajo de certificación, recomienda a los productores y empresas hacer un control riguroso de calidad durante el recibimiento y procesamiento de los granos en los silos, almacenar y mantener los granos en perfectas condiciones hasta el embarque, además de realizar un control de calidad en origen carga a carga y emitir certificado para asegurar que el producto está dentro de las condiciones y padrón de exportación.
Reconoció que al día de hoy no se da la debida atención al manejo y cuidado pos cosecha de productos agrícolas.
“A campo se observa una producción altamente tecnificada, con cuidados volcados a la siembra, como pulverizaciones, fertilización y cuidados para producir, pero no se observa este mismo empeño en el procesamiento y almacenamiento”, dijo. Indicó que muchos no se encuentran haciendo lo necesario para mantener un producto con buena calidad.
El profesional enfatiza sobre el valor de certificar la calidad de los granos: “porque da la seguridad de que estamos comprando un producto realmente de calidad. Y a los acopiadores que entregan el producto en puerto u otros centros de acopio, un control en origen evitará descuentos”, finalizó.
