Los manejos inadecuados del ganado en el campo son uno de los principales factores que pueden conducir a una disminución del rendimiento económico y la calidad de la carne producida. Al respecto, Carlos Lowenstein, médico veterinario de Argentina, nos habla sobre la importancia del bienestar animal en los principales momentos del ciclo ganadero.
Al hacer hincapié en el bienestar animal, específicamente en bovinos de carne, se habla de Buenas Prácticas Ganaderas (BPG), que incluye acciones que concierne a la producción, comercialización y transporte, con miras a lograr productos de calidad y que promuevan la sustentabilidad social, ambiental y económica del sistema ganadero.
La decisión de implementar buenas prácticas ganaderas surge de la necesidad de mejorar la dinámica del sistema agropecuario en forma sustentable, por el ambiente y para poder demostrarlo a los potenciales clientes. “Debemos tener en cuenta toda acción que nos permita evitar o minimizar el riesgo de lesiones y momentos estresantes para el animal… El destete, el descorne, la castración, la marcación y la inclusión de caravana son puntos críticos”, agregó Lowenstein.
En cuanto a los medicamentos, explicó que existen ciertas zonas en el animal que son más convenientes de aplicar.
En su caso, sugiere que el instrumental (jeringas y agujas) esté limpio y en condiciones adecuadas. “Preferentemente administrar las inyecciones subcutáneas e intramusculares en la tabla del cuello porque es la zona donde el animal no sufre tanto y los cortes no tienen tanto valor comercial, en comparación a los cortes del cuarto trasero”, resaltó.
También considera que es muy importante respetar el tiempo de carencia recomendado para evitar residuos en el producto final, ya que los mercados están atentos a esto.
Factores que influyen en el comportamiento de los animales:
De acuerdo con el profesional, el primero es el humano, que se refiere a la falta de experiencia o desinformación, también la utilización de picanas eléctricas, palos o perros, que actúan de forma estresante y en detrimento de la calidad del producto; el segundo tiene que ver con las instalaciones inadecuadas, con salientes y ángulos agudos. “Podrían provocar alguna lesión mientras se trabaja con el animal. Asimismo, es por ello que el diseño debe ser adecuado para facilitar el trabajo de los bovinos en el sistema productivo. En este caso, las mangas curvas y los corrales semicirculares son buenos ejemplos para un diseño del sistema de corral”, agregó.
Como tercer punto citó el genético, que es un aspecto intrínseco y está relacionado con cada animal y su raza. “Hay que respetar el tiempo de descanso para no generar estrés en el manejo. Animales astados o razas con temperamento nervioso pueden contribuir a una merma en la calidad de la carne y a una baja ganancia de peso”, afirmó Lowenstein.
Respecto al transporte y el frigorífico, sobre el primero dijo que el diseño y la construcción de la jaula debe ser de fácil acceso, limpieza y desinfección. No deberá tener bordes cortantes ni salientes, además lo ideal es que el piso sea antideslizante. “Las puertas deberán tener un ancho mínimo de 90 cm y rodillos laterales a fin de evitar las lesiones entre animales. Es necesario separadores móviles para permitir un adecuado manejo de grupos de diferentes edades en la carga o transporte”, reiteró Lowenstein.
En este contexto, el profesional también recomendó evitar las esperas excesivas e innecesarias de los animales sobre el transporte.
La densidad de carga debe ser la adecuada según el número y categoría del bovino.
“Lo ideal es que sean inspeccionados a los treinta minutos de la partida y entre dos a tres horas en caso de que el viaje sea largo. En verano o en época de intenso calor, recurrir a un horario prudente para realizar la carga y transporte (preferentemente al amanecer o atardecer), para que las altas temperaturas no afecten a los animales durante estas labores”.
Sobre las buenas prácticas de manejo en frigoríficos, señaló que es primordial que la rampa de desembarque tenga una inclinación de 20 a 30 grados, al igual que un piso antideslizante. “Reposos en ayuno por 24 horas aumentan 9,4 veces la probabilidad de presentar canales con corte oscuro en comparación de carga en viajes largos, con ayuno de 3 horas”, finalizó.