El sector de oleaginosas y cereales se enfocó en las políticas públicas indispensables que requieren las agroindustrias para fortalecer su presencia en el país y continuar su expansión en los mercados globales.
El presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), Antonio Iati, acompañado del director, Enrique Ohaco, y la gerente general, Sandra Noguera, fueron recibidos en audiencia por el presidente de la República, Santiago Peña, en Mburuvicha Róga para conversar sobre temas de gran relevancia para la agroindustria.
Los temas abordados pueden resumirse en cuatro ejes principales: un esquema de equiparación tributaria para la industria aceitera con relación al resto de las industrias que exportan (actualmente es la única industria que no tiene derecho a la devolución del IVA al exportar productos industrializados); la lucha frontal y permanente contra el contrabando; el establecimiento por ley del régimen de admisión temporaria para importar materias primas agrícolas; y seguir trabajando para asegurar la producción sustentable, a modo de que el país se adapte a las exigencias de los consumidores.
Sobre el último punto y considerando los últimos trabajos para que la soja y sus productos derivados puedan contar con un sistema de trazabilidad, al igual que la carne y otros productos, aprovecharon la ocasión para aclarar la importancia que tiene la Unión Europea para toda la cadena de valor de la soja paraguaya, así como para la economía nacional.
En condiciones normales respecto al clima, la producción de soja ronda los 10 millones de toneladas por año y, conforme a las estadísticas del año pasado, se exportaron 7,1 millones de toneladas a países que están directa o indirectamente alcanzados por el reglamento 1115 de la UE. Por su parte, el presidente de la República escuchó las observaciones y destacó la importancia de trabajar en herramientas que permitan que la producción paraguaya mantenga y acceda a mercados.
Las autoridades de la cámara aprovecharon para agradecer la iniciativa que tuvo el Gobierno en el 2023 al elevar el porcentaje mínimo de mezcla de biodiesel hasta el 5 %, lo que significará un incremento de la demanda interna de los aceites vegetales y permitirá seguir agregando valor a las materias primas agrícolas nacionales, con un gran beneficio para el país.