Muchas veces las condiciones climáticas forjan a tomar ciertas decisiones al momento de la producción agraria, precisamente fue lo que sucedió con productores de cebolla del distrito de Ybytymí, departamento de Paraguarí, quienes desde hace cuatro años decidieron optar por tecnología de punta para poder lograr su objetivo de producción. Hoy día los rindes en sus parcelas son más que elocuentes y reflejan que no se equivocaron en dicha incorporación.
De acuerdo con el Ing. Emilio Centurión, técnico MAG – DEAg encargado de cultivos de papa y cebolla, los productores están muy satisfechos con los excelentes resultados que están teniendo en las diferentes variedades.
Para una mejor organización, los productores conforman comités y asociaciones, de esta forma se hacen más fáciles las capacitaciones por parte del MAG.
También habló de algunas experiencias de éxito. Por ejemplo, un productor de nombre Gaspar Colmán decidió incorporar la tecnología y actualmente está produciendo variedades de origen brasilera y argentina. Respecto a la que más se adapta a nuestras condiciones climáticas, indicó que es la primera, de procedencia brasilera, que son las variedades Angaco y Alborada. “En la variedad híbrida se destaca la Bella Dura de Sakata que tiene buenos resultados y se puede evidenciar con la excelente producción de cebolla”, afirmó.
La principal ventaja de la variedad híbrida es su uniformidad y el tamaño que obtiene el productor en su parcela que, a la par, representa mayor rinde. “Estamos hablando de un rendimiento promedio de 20 a 25 mil kilos por hectáreas, según años anteriores. Para el 2021 podemos hablar de 35.000 a 40.000 kilos por hectáreas, específicamente en la variedad híbrida como es la Bella Dura de Sakata”, explicó Centurión.
Tecnología de punta. La innovación acompaña a los productores desde hace cuatro años aproximadamente. La tecnología de riego se volvió necesaria para mantener y lograr el volumen objetivo que anteriormente era casi imposible alcanzar.
Al productor la inversión le cuesta alrededor de 800 a 900 guaraníes por kilo de cebolla, es decir, producir con esta tecnología equivale a unos 28.000 millones, siempre apuntando hacia el rinde para tener un buen ingreso económico mediante el rubro.
“La idea es que en el primer año ya puedan recuperar la inversión inicial, pero sabemos que el sistema de riego se deprecia de 3 a 5 años, depende del uso que cada productor le dé. Es importante depreciar en esos años y así calcular una rentabilidad más o menos de un 50 a 100% de lo que invierte el productor como retorno de capital”, aseveró.
Como funcionarios del MAG buscan transmitir la importancia de la tecnología y lo mucho que influye en el volumen de producción, especialmente las variedades mencionadas.
Uno de los problemas que más se ve en la producción es la de floración de la cebolla, que básicamente consiste en que no tiene un buen proceso de curado, volviéndose más dura la parte central de la cebolla. Al respecto, Centurión dijo que los productores deben ser más cautelosos y cuidar aspectos como la variedad del producto, pues tiene que ir acompañada de la época de siembra.