En esta nueva zafra de soja se proyectan volúmenes récords para la región. A nivel mundial, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) valoró la producción de soja en 393 millones de toneladas.
Para la zafra correspondiente a la campaña 2022-2023 según análisis y monitoreos que realiza Control Union, se observa un panorama muy favorable, pues se estima una producción de 10 millones de toneladas, doblando así la cifra de la última campaña, registrada como la peor cosecha en años, principalmente a causa de la histórica sequía.
“Nuestro país prevé una producción de 10 millones de toneladas para esta campaña. Esto representa más del doble de la zafra pasada (21/22), que no alcanzó los 5 millones de toneladas, siendo una de las peores cosechas en los últimos años”, dijo Tomás Troglio del departamento de Proyectos de Control Union Paraguay.
El factor climático vuelve a ser un factor determinante respecto a la producción final y su alcance en esta zafra.
“El cambio climático ya está sucediendo y el aumento de la variabilidad climática es contundente, no solo en nuestra región. Dentro de ese contexto se va desarrollando cada campaña y esta variabilidad se expresa en aumento de frecuencia de fenómenos externos, que tienen una volatilidad cada vez mayor”, dijo Troglio.
Reconoció que se tendrá en la región un escenario aparentemente condicionado por el efecto de La Niña, aumentando el riesgo de lluvias deficitarias y dispersión en el último trimestre del año.
“El déficit podría alcanzar el 30% de los valores normales del trimestre. Vemos varias regiones expuestas a estas variables y a un aumento del riesgo agroclimático. Esto genera vulnerabilidad, para lo cual es muy importante contar con información objetiva y así mitigar el riesgo. La gran incógnita está dentro de la planificación a 30 / 40 días, lo cual impacta directamente en la toma de decisiones del productor”, aseguró.
Respecto a las últimas lluvias registradas, señaló que han contribuido positivamente en la siembra, que ya lleva registros superiores al 72% a nivel país. No obstante, es preciso efectuar un seguimiento que implique un monitoreo y trabajo a campo, para acompañar la disparidad que se visualiza entre las diferentes regiones del Paraguay.
Sobre los costos de producción para este nuevo periodo agrícola, dijo que han aumentado bastante, principalmente por los efectos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. El contexto internacional ha tenido un impacto directo sobre variables macroeconómicas. “Se resienten en los precios de insumos y recursos para la campaña”, remarcó.
