El Reglamento 1115 de la UE es innegociable. Esta postura es unilateral y carece de fundamentos científicos y conocimientos sólidos, basándose en prejuicios, hipótesis y suposiciones.
El ingeniero Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), señaló que en Europa prevalece un clima frío, lo que implica condiciones de producción distintas a las de Sudamérica. Además, mencionó que la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en su artículo segundo, establece que los ajustes necesarios para estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero deben realizarse sin perjudicar la producción de alimentos ni violar las condiciones de los países.
Según estadísticas comparativas sobre los contextos agropecuarios de Sudamérica y Europa, basadas en datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En los últimos 60 años, la producción de cereales en América del Sur ha aumentado un 620 %, en comparación con un 131 % en Europa.
En cuanto al rendimiento, Sudamérica ha experimentado un incremento del 257 %, mientras que Europa ha alcanzado un 174 % en el mismo periodo. Respecto al uso de la tierra, Sudamérica creció un 101 %, en contraste con la disminución del 16 % en Europa.
El bajo índice de productividad en Europa, mencionado anteriormente, se complementa con las creencias y prejuicios de sus autoridades, que buscan imponer normativas que no serán factibles, tal como menciona Cristaldo.